Las fases lunares influyen en el sexo con el que nacerán los peces, según ha demostrado un estudio científico que ha analizado una especie concreta y ha descubierto que la mayoría de sus crías nacen machos si el desove se produce en luna nueva.
El estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B, se centra en los pequeños peces lábridos de seis barras (Thalassoma hardwicke), que viven en los arrecifes de coral de los océanos Índico y Pacífico occidental.
Se da la circunstancia de que estos animales desarrollan su sexo después de nacer, y los diferentes entornos sociales influyen en su maduración sexual.
«Sabíamos que los peces lábridos de seis barras desovan con mayor frecuencia en la luna nueva, pero este patrón ha sido particularmente desconcertante porque las crías nacidas en este momento tienen menos probabilidades de sobrevivir. En cambio, las crías nacidas más cerca de la luna llena lo hacen mucho mejor», afirmó el autor principal, el profesor Jeff Shima, de la Universidad Victoria de Wellington, Nueva Zelanda.
Shima, junto con colegas de los EE. UU. y Australia, estudió una población de lábridos de seis barras en Mo’orea, Polinesia Francesa.
“Lo que descubrimos es que, para sobrevivir, las crías de esa especie nacidas en luna nueva necesitaban alterar sus tasas de desarrollo, lo que en última instancia determinaba su nivel de maduración sexual y significaba que tenían más probabilidades de convertirse en machos”, dice Shima.
Los peces que desovaban en luna nueva tenían más probabilidades de encontrar los sitios de mejor calidad, establecerse en ellos a una edad más avanzada y con un cuerpo más grande, y formar parte de grupos sociales, todo lo cual los hacía más propensos a madurar como machos.
Pocas sobreviven, pero casi todas son machos
“La mayoría de estas crías no sobrevivirán, pero las pocas que lo hagan tienen más probabilidades de convertirse en machos, lo cual es como ganar la lotería, ya que los machos pueden producir muchas más crías en el sistema de apareamiento de los lábridos de seis barras”, explica Shima.
“Sin embargo, creemos que los patrones de desove de estos peces pueden estar calculados para distribuir sus puestas, con puestas de bajo riesgo (desove en luna llena) junto con algunas otras de alto riesgo, en este caso, desove en luna nueva”.
Puede suceder en otras especies
Sin embargo, este fenómeno podría estar ocurriendo en otras especies marinas y no solo en esta en concreto.
“Sabemos que muchos organismos marinos (peces e invertebrados) se reproducen en un ciclo lunar”, dice Shima.
“Estos patrones pueden ser adaptativos, permitiendo que tanto los padres como sus crías aprovechen los efectos beneficiosos de las mareas o la disponibilidad de alimentos, o eviten a los depredadores.
Sin embargo, hay un peligro a la vista: a los investigadores les preocupa el efecto que la luz artificial, que confunde a las especies que se basan en la luna, y el cambio climático pueden tener sobre estos patrones.
“La luz de la luna se ve afectada por la luz artificial nocturna proveniente de las zonas urbanas costeras, así como por los drásticos cambios en la distribución e intensidad de la cobertura de nubes, resultado del cambio climático”, afirma Shima.
“Estos cambios inducidos por el hombre en la iluminación nocturna pueden tener consecuencias importantes, y en gran medida no conocidas aún, para el crecimiento, la supervivencia y el éxito reproductivo de los organismos en algunas zonas”, añade.
Estudio de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2024.0613
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