La Policía Nacional informó ayer que Francisco, el hombre de 52 años detenido durante la noche del pasado jueves por degollar a Teresa, una mujer de 90 años en la pedanía murciana de Puente Tocinos, pasará a disposición judicial este domingo.
Cada vez se conocen más detalles sobre este suceso. En una entrevista concedida al programa de televisión Vamos a ver, Alejandro, nieto de la fallecida, aseguró que los problemas con el ahora detenido, hermano de su madre, vienen de muy atrás. «Hace dos años amenazó a mi madre con degollarla porque necesitaba dinero, tuve una pelea con él, y después de eso no volvimos a saber nada hasta que el jueves tocó mi timbre (en el interior de su vivienda, contigua a la de su abuela, se encontraba sólo él y su pareja)». En ese momento «llamé a mi madre para decirle que su hermano estaba aquí, y que le estaba viendo dar vueltas frente a la casa». La siguiente llamada fue a la Policía, Alejandro asegura que les llamó para denunciar los hechos y que «a los dos minutos» le devolvieron la llamada y le dijeron que «no podían ir» en ese momento.
Poco después, el nieto de Teresa escuchó «un golpe y el grito de mi abuela; yo me quedé en shock, no sabía que hacer, volví a llamar a la Policía, cogí un arma para defenderme, salí y entré en casa de mi abuela porque tenía las llaves».
Sostiene Alejandro que al abrir la puerta encontró su interior lleno de humo y a su abuela «tirada en el suelo, una escena terrorífica». Aclara que su abuela no intentó mediar para protegerle. «En ningún momento estuvimos juntos, ella estaba tranquila en su casa y no tenía ningún tipo de relación con ese hombre, es la madre de mi padre, no entiendo por qué le hizo eso, él venía matarme a mí, o a mi hermano, pero no imaginé nunca que podía saltar a la casa de mi abuela, cuando me di cuenta ya era demasiado tarde».
Durante el día de ayer la Policía Judicial llevó a cabo, junto al detenido, la reconstrucción de los hechos. El cuerpo de la mujer fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde se le practicará la autopsia. Una primera inspección ocular forense in situ reveló que el cadáver presentaba una puñalada en el cuello.