Al margen de la victoria, contundente y con buenos detalles del Real Zaragoza en Cádiz, ante un recién descendido, el protagonista en el Nuevo Mirandilla fue Jair Amador, sobre el que Víctor admitió que le había reconocido no sentirse preparado para jugar cuando iba a ser titular y que acabó haciéndolo en la última media hora del partido, demostrando el central primero la sinceridad por admitir que no estaba en las mejores condiciones y después la profesionalidad de jugar cuando fue requerido tras un verano en la rampa de salida. El club no ha aceptado la propuesta del Almere City de la Eredivisie, que la ha incrementado en los últimos días sin llegar aún a la mitad del salario de Jair para la salida del central, que ha disputado muchos minutos este verano sabiendo que no cuenta para Víctor y que tras el partido del viernes y en medio de una discusión en el vestuario con Juan Carlos Cordero delante de muchos jugadores fue amenazado con la apertura de un expediente por lo sucedido. Desde el club se confirma que hubo ese momento de tensión, que duró unos minutos, se le resta importancia, pero se desmiente que se le vaya a abrir expediente al futbolista.
Sabe Jair desde el final del curso pasado que Víctor no quiere que siga en el Zaragoza, que no le convence deportivamente en el proyecto y que cree que sus mejores momentos desde que llegó en el verano de 2020 ya forman parte del pasado. El central de ascendencia portuguesa, sin embargo, ha disputado muchos minutos en esta pretemporada tras retrasarse la llegada de otros jugadores en su puesto, ya que el club busca hasta tres centrales. Por eso, el pasado miércoles, se reunió con Víctor tras fichar el Zaragoza a Vital y le preguntó si su situación había cambiado, a lo que el entrenador respondió que no la había movido ni un centímetro y que no quería que siguiera. Jair después habló con Cordero para pedirle desatascar la negociación con el Almere, en la que el problema es la escasa cantidad de la ficha que asume el club neerlandés, lo que obliga al Zaragoza a pagar la mayor parte en la rescisión del futbolista y a rechazar la propuesta, asegurando que en esas condiciones no va a salir.
Rápida filtración
El central pensaba que no iba a ir convocado a Cádiz, pero a dos horas del encuentro, antes de que diera la alineación, se dirigió a Víctor para decirle que no se veía para jugar de inicio, que no se sentía preparado, con la cabeza en mil sitios por su salida, con su familia y sus hijos pendientes de su destino, y con el miedo a cometer un error que pudiera ser fatal para el equipo. Víctor le reconoció que esas palabras le honraban y el zaguero le insistió, no obstante, que estaba para lo que el entrenador le dijera. La conversación tardó muy poco en filtrarse y antes del partido ya se sabía el contenido de esa charla, en la que el defensa nunca se negó a jugar, en ningún momento.
Con Vital con una sobrecarga en los gemelos en la segunda mitad, Víctor recurrió a Jair, que tuvo una buena actuación, con pase a Luna en el cuarto gol en un intento fallido de espuela incluido. Tras el partido, Cordero bajó al vestuario y hubo una charla entre el director deportivo y el jugador en la que, según testigos, le dijo que se sentía traicionado por haber admitido no estar preparado para jugar y se le habló del mencionado expediente sancionador en cuanto se debatiera el asunto con la propiedad. Jair justificó su posición asegurando que al que se le estaba faltando al respeto era a él y que se le ponían trabas a una salida cuando ya se le había dicho varias veces que no se contaba con él, 48 horas antes del partido la última de ellas, lo que justificaba que no se sintiera preparado para jugar.