En las tiendas españolas de moda ha ocurrido una transformación lenta, pero constante. Si entra en una cualquiera de marcas reconocidas, como Inditex o Mango, verá que en las etiquetas ha desaparecido el tradicional ‘made in China’. Ahora, en su lugar, se escribe con mayor asiduidad el ‘made in Turkey’. Solo por detrás de China, el gran productor de moda del mundo, Turquía ha conseguido escalar en los últimos años hasta convertirse en el segundo mayor fabricante de prendas de vestir de la industria textil europea. La cercanía que abarata el transporte de la producción, los menores costes laborales y el atractivo que ofrece este país a inversores del sector hacen de este país el ‘hub industrial’ del textil del continente que hasta hace pocos años se concentraba casi en su totalidad en el Sudeste Asiático.

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