El jueves, el primer ministro Benjamin Netanyahu mantuvo una reunión con funcionarios judiciales para evaluar la posible creación de una comisión de investigación relacionada con los ataques del 7 de octubre y la guerra en Gaza. Este movimiento se enmarca en los esfuerzos por enfrentar las posibles órdenes de arresto que la Corte Penal Internacional (CPI) podría emitir en su contra por presuntos crímenes de guerra.
De acuerdo con la Oficina del primer ministro, la fiscal general Gali Baharav-Miara sugirió a Netanyahu que se estableciera una comisión estatal de investigación. Según informes de medios como Canal 12 y Ynet, expertos legales también apoyan esta idea, considerando que una comisión estatal sería la mejor opción para que Israel demuestre que su sistema judicial está investigando a fondo todos los aspectos relacionados con la guerra, lo cual podría ayudar a evitar las órdenes de arresto contra Netanyahu y otros funcionarios.
Sin embargo, Netanyahu expresó su preferencia por la creación de una comisión de investigación gubernamental de nivel inferior o algún otro panel que no tenga el estatus de comisión estatal, la cual es conocida por ser más independiente y con mayor capacidad para investigar la conducta gubernamental.
La oficina de Netanyahu ha aclarado que, incluso según Baharav-Miara, no existe certeza de que la formación de dicha comisión evite la emisión de las órdenes de arresto. “Por lo tanto, en la reunión se discutieron varias opciones adicionales”, señaló un comunicado oficial.
En Israel, tanto los opositores al gobierno como otras figuras han argumentado que solo una comisión estatal, con los poderes más amplios otorgados por la ley, sería adecuada para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el peor ataque en la historia del país. Una comisión de investigación gubernamental, por otro lado, se compone de miembros seleccionados por el ejecutivo y tiene menos poder de investigación que una comisión estatal, cuyos integrantes son designados por el presidente de la Corte Suprema.
Hasta el momento, Netanyahu se ha resistido a iniciar una comisión estatal de investigación sobre los fallos ocurridos antes y durante el 7 de octubre, cuando miles de terroristas de Hamás irrumpieron en el sur de Israel desde Gaza, matando a unas 1.200 personas y tomando a 251 rehenes, lo que desató la guerra actual. Esta negativa persiste a pesar de los frecuentes llamados a establecer dicha comisión, incluso por parte de miembros de su propia coalición.
Las discusiones del jueves concluyeron sin una decisión definitiva, aunque Ynet informó que Netanyahu podría anunciar en los próximos días la creación de una comisión de investigación gubernamental, según fuentes anónimas cercanas al primer ministro. No obstante, la oficina de Netanyahu desmintió esta información, calificándola de “noticia falsa” y asegurando que no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
La semana pasada, decenas de países, académicos y grupos de derechos humanos presentaron argumentos legales en contra o a favor del poder de la CPI para emitir órdenes de arresto en el marco de su investigación sobre la guerra entre Israel y Hamás.
Las órdenes de arresto solicitadas por el fiscal jefe del tribunal, Kharim Khan, se fundamentan en acusaciones de que Israel ha atacado a civiles en Gaza y ha utilizado el hambre como método de guerra. Israel ha rechazado categóricamente estas acusaciones, subrayando la baja proporción de civiles entre las víctimas en Gaza en comparación con los combatientes, denunciando el uso de civiles como escudos humanos por parte de Hamás y destacando sus esfuerzos por incrementar la ayuda humanitaria al enclave, pese a los saqueos perpetrados por bandas y grupos terroristas.
Khan también ha buscado emitir órdenes de arresto contra líderes de Hamás como Muhammad Deif, Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar, acusándolos de crímenes contra la humanidad, incluyendo asesinato, toma de rehenes y tortura, tanto durante la guerra como en el ataque del 7 de octubre, que dio inicio al conflicto.
Israel informó que Deif, quien era el comandante del ala militar de Hamás, murió el mes pasado en un ataque aéreo israelí en el sur de Gaza. Haniyeh, entonces líder político del grupo, fue asesinado la semana pasada en Teherán en una explosión de la cual Israel no se ha atribuido la responsabilidad. Sinwar, uno de los responsables del ataque del 7 de octubre, ha sido nombrado sucesor de Haniyeh.