La mosca negra se ha convertido en toda una tortura para los ciudadanos de Andalucía, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Murcia, donde se han extendido como una plaga estival.
Se trata de insectos diurnos, que pueden volar largas distancias y pican a cualquier hora del día entre los meses de mayo y octubre.
La Comunidad de Madrid, advierte en un comunicado, que la mosca negra se ha detectado en la confluencia de los ríos Henares y Jarama. Afecta a los municipios de Alcalá de Henares, Arganda del Rey, Coslada, Mejora del Campo, Rivas-Vaciamadrid, San Fernando de Henares, Torrejón de Ardoz y Velilla de San Antonio.
¿A qué se debe su aumento?
No es el primer verano que la mosca negra es un auténtico quebradero de cabeza para los habitantes de las zonas más afectadas.
Y es que, los cambios medioambientales que se han producido en los últimos años, junto a la mejora de la calidad del agua de los ríos, se ha convertido en el hábitat ideal de estos insectos.
Son algo más pequeñas que la mosca habitual (miden entre tres y seis milímetros). Como explican desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), “cuentan con una boca en forma de sierra con la que producen una herida en la piel en la que inoculan la saliva, dejando como marca un punto rojo además de la inflamación”.
Es importante recalcar que la mosca negra no pica, sino que muerde.
No nos daremos cuenta de que nos han picado hasta horas más tarde, ya que además inyecta un anestésico.
Son las hembras las que nos pican, porque necesitan sangre para el desarrollo de los huevos. Erosionan la piel de su ‘víctima’, lo que provoca una inflamación y un intenso dolor al “cortar” la piel. La duración de las heridas se prolonga durante una semana. La saliva puede causar una reacción alérgica a las personas más sensibles.
¿La mosca negra puede transmitir alguna enfermedad?
Aunque la ‘picadura’ es muy dolorosa, no hay que preocuparse porque no transmite ninguna enfermedad en España. Sin embargo, tal y como subrayan desde la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, “se ha detectado que, en algunos de los municipios afectados por su presencia, el número de consultas por picaduras de insecto en los centros de salud es mayor a la media del resto”.
Como ya se ha comentado, no es un problema único de la capital española, puesto que hay casos similares en otras comunidades autónomas como en la cuenca del río Ter (Girona) o en la confluencia de los ríos Ebro, Cinca y Segre (Aragón).
Eso sí, no se recomienda utilizar pulseras antimosquitos porque “su eficacia está muy cuestionada”, aunque desde SEMES indican que “el mejor repelente para la mosca negra es el DEET (Dietiltouamida) a altas concentraciones (< 45%) y también podría ser eficaz el citriodiol a altas concentraciones”.
¿Cómo evitar las picaduras?
- Evitar los paseos por las zonas más afectadas, como las cercanías de los ríos en los momentos en que la mosca negra está más activa: en las primeras y últimas horas de día.
- Utilizar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo de colores blancos o claros, ya que este insecto se siente atraído por colores oscuros o combinados.
- Usar sustancias repelentes para la piel que quede al descubierto, sin ponerlas en zonas delicadas, heridas y cortes.
- Consultar al farmacéutico o médico, quien puede aconsejar sobre estas y otras cuestiones relacionadas con la salud y la utilización de medicamentos y productos sanitarios como los repelentes, especialmente en niños y embarazadas.