La DANA continúa afectando gravemente a las Islas Baleares. En las últimas horas, ha golpeado con fuerza varias zonas del litoral mediterráneo. Aunque ya ha comenzado a debilitarse y a desplazarse hacia Italia, sus últimos efectos aún se sienten intensamente en el archipiélago balear. Hasta ahora, ha dejado más de 30.000 rayos, varias carreteras cortadas y aeropuertos afectados, en otro día de tormentas y fuertes vientos. Además, algunas personas han sido desalojadas de sus hogares debido a inundaciones, incluyendo un tren con 29 pasajeros entre Palma y Manacor.


La comunidad autónoma sigue en alerta roja (riesgo extremo) y se espera que se repitan lluvias intensas, similares a las de ayer, que podrían acumular hasta 180 litros por metro cuadrado en cuatro horas en algunos lugares. La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido un aviso rojo para el norte y nordeste de Mallorca, donde las precipitaciones serán especialmente intensas. Todas las islas del archipiélago están en alerta naranja (riesgo importante) debido a las lluvias previstas. Según la Aemet, en el norte y nordeste de Mallorca, la precipitación acumulada en doce horas será de 180 litros por metro cuadrado, aunque esa cantidad podría alcanzarse en algunos puntos en solo 4 o 5 horas, o incluso menos.

Actualmente, la DANA está afectando el litoral de la zona de Llevant y el nordeste de Mallorca. Las autoridades han señalado que es «difícil» prever la evolución de las tormentas y que las horas «críticas» serán hasta las 15:00 horas de este jueves. Por ello, han pedido a la población que actúe con prudencia y extreme las precauciones, evitando actividades al aire libre, especialmente en las zonas costeras. Emergencias ya había informado el miércoles de la prohibición de realizar actividades al aire libre.

Carreteras cortadas y casas anegadas

Los Bomberos de Mallorca están interviniendo en Manacor, donde se ha inundado el sótano del Auditorio y ha caído una pared de piedra en la Ma-4021. En Sóller, un árbol ha caído en la carretera Ma-10 hacia Deià. Varias carreteras de la isla han sido señalizadas por inundación, aunque siguen abiertas al tráfico con precaución. Desde el Consell de Mallorca se ha recomendado evitar desplazamientos innecesarios. En concreto, se han inundado tramos de la Ma-2220 entre PK 57 y 57+509 (Variante Puerto de Pollença), la Ma-4022 (Sant Llorenç), Ma-3510 (Maria de la Salut), Ma-3310 (Petra), Ma-2130 (Selva), Ma-15A (Vilafranca de Bonany), la Ma-11 (Puerto de Sóller) y varios tramos de la Ma-10 en Valldemossa y Deià.

También se ha acumulado agua en la rotonda del Puerto de Pollença y en la carretera Ma-4022, Sant Llorenç y Son Carrió. Los servicios de Carreteras del Consell de Mallorca han retirado una roca que se había desprendido en la Ma-10, entre Andratx y Estellencs.

En Sóller, la Guardia Civil ha desalojado este jueves a diez personas cuyas casas en el puerto de esta localidad estaban anegadas. Alrededor de las 11:00 horas, los agentes recibieron un aviso por inundación en los bajos de una vivienda habitada por dos ancianos. Al llegar, los agentes encontraron tres viviendas anegadas con entre 40 y 50 centímetros de agua en su interior.

¿Por qué se producen las tormentas de verano?

Las tormentas de verano son un fenómeno meteorológico común que se produce debido a una combinación de factores atmosféricos específicos de esta estación. Estas tormentas suelen ser intensas y de corta duración, y pueden incluir fuertes lluvias, rayos, truenos y, en ocasiones, granizo.

La principal causa de las tormentas de verano es la inestabilidad atmosférica. Durante los meses de verano, el sol calienta la superficie terrestre, lo que a su vez calienta el aire cercano al suelo. Este aire caliente y húmedo asciende rápidamente hacia las capas superiores de la atmósfera. A medida que el aire asciende, se encuentra con capas de aire más frías. Este contraste de temperaturas crea una situación de inestabilidad, ya que el aire caliente continúa subiendo mientras el aire frío desciende.

Otro factor crucial es la humedad. En verano, la atmósfera puede contener más vapor de agua debido a las altas temperaturas. Este vapor de agua es esencial para la formación de nubes cumulonimbos, que son las responsables de las tormentas eléctricas. Cuando el aire caliente y húmedo asciende, el vapor de agua se condensa en gotas de agua, formando estas nubes altas y densas. A medida que las nubes crecen, las gotas de agua se combinan y pueden formar partículas de hielo. Estas partículas de hielo chocan entre sí, creando cargas eléctricas que se descargan en forma de rayos.

Además, la presencia de frentes fríos o vaguadas puede desencadenar tormentas de verano. Un frente frío es una masa de aire frío que se mueve hacia una región de aire caliente, forzando al aire caliente a ascender rápidamente. Este ascenso rápido puede intensificar la inestabilidad atmosférica y provocar la formación de tormentas. Las vaguadas, que son áreas de baja presión, también pueden contribuir a la formación de tormentas al crear condiciones favorables para el ascenso del aire caliente.

El cambio climático también está influyendo en la frecuencia e intensidad de las tormentas de verano. A medida que las temperaturas globales aumentan, la atmósfera puede retener más humedad, lo que puede resultar en tormentas más intensas y frecuentes en algunas regiones.

 

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