Hace apenas tres meses, los mercados esperaban con ansia la revitalización de las salidas a bolsa en España. Algunas compañías, como Tendam, habían anunciado su intención firme de empezar a cotizar en verano, y otras, como Puig, querían sorprender a los inversores con una de las operaciones más grandes del continente. De todos los candidatos que mostraron su interés, solo el grupo familiar de perfumería, cosméticos y moda cumplió lo prometido con su debut el pasado 3 de mayo en una operación que se saldó como la mayor en el parqué español desde Aena en 2015 y que le sirvió para entrar en el Ibex 35 a finales de julio. El resto prefirió esperar. Ahora, su decisión se tomará en base a dos factores de calado internacional: las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre, y los próximos recortes de los tipos de interés tanto en este país como en la zona euro.
La cadena hotelera Hotelbeds fue la primera en echarse atrás. La compañía aspiraba a conseguir una valoración de unos 4.000 millones de euros impulsada por la evolución positiva del turismo en España, pero en abril optó por retrasar su salto al parqué hasta al menos finales de año. Sin embargo, la congelación de ofertas públicas iniciales (OPI) tuvo lugar a mediados de junio tras el auge de los partidos de ultraderecha en las elecciones europeas y la convocatoria de comicios generales en Francia. Así, la firma italiana de zapatillas Golden Goose aludió a la «volatilidad del mercado europeo» por esta razón, algo que impactó negativamente en el sector del lujo. Le siguieron Tendam y Europastry, que apuntaron hacia la misma dirección, y Volotea, que aplazó su salida a bolsa hasta la segunda mitad del año.
Será el resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses el que decida las próximas salidas a bolsa. Lo sabe bien el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, quien pidió a la Reserva Federal del país que no baje los tipos de interés antes de las elecciones, puesto que podría favorecer a los demócratas. «En función de quién gane, puede haber una diferencia muy importante para los mercados», expone el analista de iBroker, Antonio Castelo, por suponer una estabilización de los mismos o una mayor volatilidad. Hasta el mes de julio, las encuestas daban por hecho la victoria de Trump en las urnas, pero la sustitución del actual presidente Joe Biden por su vicepresidenta, Kamala Harris, en la carrera electoral ha equilibrado las posibilidades de ambos partidos políticos. Esto hace más difícil a los mercados prever qué ocurrirá el martes 5 de noviembre de este año, fecha en la que los estadounidenses están llamados a votar.
Los futuros recortes de las tasas también servirán de termómetro para las candidatas a salir a bolsa. El mercado descuenta que la siguiente bajada tenga lugar en la reunión de septiembre, pero se desconoce cuántas veces lo hará el organismo en lo que queda de año tras conocerse el enfriamiento económico que ya sufre el país. «Tanto Tendam como Europastry son valores ligados al consumo, así que esperaran el momento propicio para un posible debut. Las esperadas bajadas de tipos podrían ayudar a que volvamos a ver proliferar este tipo de operaciones», señala el director de renta variable de Tressis, Víctor Álvarez. Tampoco ha desvelado el Banco Central Europeo cuándo efectuará el siguiente recorte del 4,25% actual.
El analista Javier Cabrera asegura que ante las esperadas bajadas de tipos, es más atractivo para las empresas que planean salir a cotizar esperar a que las rentabilidades de la renta fija sean más bajas y que los mercados de renta variable recuperen el atractivo. «Por ello, pensamos que las salidas a Bolsa que no están ya anunciadas se realizarán en el primer o segundo trimestre del 2025. A pesar de ello, hay que decir que con la salida de Puig ya se podría considerar un buen año, debido al tamaño y repercusión de la empresa, entrando al Ibex 35 en un tiempo muy reducido». asegura.
Incertidumbre económica y geopolítica
«El entorno actual es más desafiante que hace un año y esto está haciendo que muchas empresas se replanteen sus posibles salidas a bolsa», explica Álvarez. Por un lado, la actividad económica no termina de repuntar en la eurozona, y por otro, las dudas sobre una posible recesión en Estados Unidos preocupa tanto a los mercados que fue la consecuencia del desplome mundial de las bolsas hace una semana. A la incertidumbre económica se suma la geopolítica: los ojos están puestos en la guerra entre Ucrania y Rusia, en una posible escalada del conflicto en Oriente Medio entre Israel e Irán y en la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China. Al mismo tiempo, Europa, y especialmente las firmas de lujo, esperan el desenlace entre las amenazas comerciales entre China y Estados Unidos por si su tejido empresarial se ve inmerso en el conflicto entre ambas potencias.
El consenso de los analistas es que Puig fue la última empresa en aprovechar la racha positiva que vivía la bolsa española desde comienzos de año. En su caso, además, había mucho interés en los mercados por ser una compañía grande de un sector que no está lo suficientemente representado en el parqué español. «Otras empresas se han dado cuenta de que no es el mejor momento porque la bolsa no sabe si subir o bajar. No tiene sentido salir a bolsa y perder un 10% en seis meses», afirma el analista Macro Global y Asesor en Fortage Funds SICAV, Rafael Ojeda.