Si usted vio la última ceremonia de entrega de los Oscar, seguro que recuerda la aparición en pantalla de John Cena. A mitad de gala, para presentar la entrega de la estatuilla al mejor diseño de vestuario, el tipo apareció sobre el escenario aparentemente desnudo, y ataviado tan solo con unas sandalias Birkenstock. Lucía el mismo físico aceitoso y absolutamente gigantesco que acostumbra a exhibir sobre el ring, en los espectáculos de lucha libre que protagoniza desde hace dos décadas. Mientras encadenaba un par de frases ingeniosas, fingió eficazmente sentirse humillado por la situación pese a que él tenía mejor aspecto en pelotas que la mayoría de asistentes vestidos. Dwayne ‘The Rock’ Johnson, también presentador de un premio durante la noche -el correspondiente a la Mejor Película Internacional-, ocupó el escenario algunos minutos después para decir alguna vaguedad sobre el poder del cine como lenguaje global de la que, por supuesto, ni usted ni nadie se acuerdan.

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