El 15 de agosto, las fuerzas de la OTAN se congregaron en el mar Báltico para realizar un entrenamiento conjunto de combate y vuelo. Cuatro F-18 españoles del equipo de Policía Aérea en Rumanía participaron junto a Eurofighter italianos, Gripen suecos y F-18 finlandeses, llevando a cabo maniobras en el espacio aéreo compartido de la región.
La participación italiana incluyó Eurofighter basados en Lituania, que están desplegados en una misión de cuatro meses bajo la OTAN. Además, un equipo de misiles del Ejército español se unió a los ejercicios, contribuyendo a fortalecer la cooperación y la seguridad en el flanco oriental de la Alianza Atlántica.
El desplazamiento de los F-18 españoles desde Rumanía al Báltico fue notable, requiriendo varias sesiones de reabastecimiento de combustible a cargo de un avión cisterna holandés Airbus A330. Este operativo fue coordinado por el Centro de Control y Notificación [CRC] en Lielvarde, Letonia, con la colaboración de los controladores de la Fuerza Aérea letona.
Este ejercicio reafirmó el compromiso de la OTAN con la defensa del flanco oriental, demostrando que la alianza está preparada y capacitada para mantener la superioridad aérea. Las misiones conjuntas de vigilancia aérea ofrecieron a los pilotos una valiosa experiencia en diferentes espacios aéreos, permitiéndoles mejorar sus habilidades junto a las Fuerzas Aéreas Aliadas. La presencia constante de fuerzas aliadas en el flanco oriental es crucial para la disuasión y defensa, protegiendo de manera efectiva el espacio aéreo de la Alianza.
Las misiones de vigilancia aérea de la OTAN sobre el Báltico suelen enfrentar tensiones con posibles adversarios. Recientemente, imágenes desde la cabina de un bombardero ruso con capacidad nuclear capturaron uno de estos incidentes. Un video compartido en el canal ruso de Telegram “warhistoryalconafter” mostró a un Eurofighter Typhoon alemán acercándose a un bombardero estratégico ruso Tu-22M3 sobre el mar Báltico.
En respuesta, un Su-30SM ruso se posicionó estratégicamente entre el avión de la OTAN y el bombardero ruso, manteniendo una postura defensiva. Este tipo de interacciones reflejan el ambiente tenso en el mar Báltico, donde aviones rusos y de la OTAN a menudo vuelan cerca unos de otros para evitar violaciones fronterizas.
Kaliningrado, que alberga la Flota rusa del Báltico, es un punto central en estos encuentros aéreos. Para fortalecer su presencia en la región, el Ministerio de Defensa ruso envió dos bombarderos Tu-22M3, junto con aviones de combate Su-30 y Su-27, para patrullar el espacio aéreo internacional sobre el Báltico.
Estas misiones de entrenamiento, que pueden durar hasta cinco horas, frecuentemente incluyen encuentros con aviones de combate extranjeros. Según el ministerio ruso, “en determinados puntos de la ruta, los bombarderos de largo alcance fueron escoltados por aviones de combate extranjeros”, destacando la continua vigilancia por parte de las fuerzas de la OTAN.
El video también mostraba otra aeronave a la distancia, posiblemente otro avión de la Luftwaffe alemana, lo cual coincide con un video publicado por el Ministerio de Defensa ruso. Ese mismo día, la fuerza aérea alemana compartió fotos que mostraban a su Eurofighter Typhoon escoltando al grupo aéreo ruso. La Luftwaffe confirmó que los aviones rusos estaban armados. Alemania anunció que la misión de vigilancia aérea fue entregada al escuadrón de alerta de Suecia, el miembro más reciente de la OTAN, que emplea el avión de combate JAS 39 Gripen.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso informó que sus fuerzas aeroespaciales desplegaron el miércoles dos portamisiles de crucero estratégicos Tu-95MS, escoltados por MiG-31, hacia los mares de Barents y Noruega. Esta misión de entrenamiento duró cuatro horas y, según el ministerio, el grupo aéreo ruso se encontró con aviones de combate extranjeros, incluyendo un F/A-18 Hornet, utilizado por la Fuerza Aérea finlandesa. Estos movimientos subrayan las actividades militares continuas de Moscú durante la guerra en Ucrania.
Recientemente, Rusia desplegó aviones MiG-29 y MiG-31 para interceptar dos bombarderos B-52H de la Fuerza Aérea estadounidense que volaban desde Estados Unidos hacia Rumanía sobre el mar de Barents.
En otro incidente, aviones estadounidenses y canadienses interceptaron a un grupo de bombarderos rusos y chinos en la zona de defensa aérea de Alaska. Funcionarios estadounidenses señalaron que esta fue la primera misión conjunta entre las fuerzas de Moscú y Pekín.
A finales del mes pasado, Japón, aliado de Estados Unidos, también envió aviones de combate en respuesta a un despliegue de bombarderos y cazas rusos sobre las regiones del Lejano Oriente, incluyendo el mar de Japón.