El último suceso ha tenido lugar en Torrejón del Rey (Guadalajara). Ocurrió el martes 13 por la tarde: una niña de 12 años acudió al especio de hinchables que el ayuntamiento de este pueblo de 5.300 habitantes había dispuesto con motivo de sus fiestas locales. Las condiciones atmosféricas habían cambiado ese día y se registraron tormentas y grandes rachas de viento en gran parte de la península. También en Torrejón.
En un momento dado, cuando la niña saltaba en una de esas atracciones, sobrevino una fortísima racha de aire que levantó el castillo hinchable por los aires. El brusco movimiento, unido al poco peso de la menor, hizo que saliese disparada por los aires desde la atracción, a unos tres metros de altura. La niña se precipitó al suelo y sufrió heridas de diversa consideración.
Hasta el lugar de los hechos acudieron efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como una UVI móvil que trasladó a la niña al Hospital Universitario de Guadalajara. Allí permanece ingresada en observación, aunque el propio consistorio de Torrejón del Rey emitió un comunicado al día siguiente informando de que la niña no presentaba lesiones graves, que estaba fuera de peligro y que permanecía en observación por precaución.
Pero se mascó la tragedia. En esta ocasión, la accidentada pudo salvar la vida, gracias a la rápida intervención de los sanitarios. Sin embargo, este inocente pasatiempo infantil implica más riesgos de los que aparenta. En los últimos años, los castillos hinchables en España han dejado un reguero de accidentes de diversa consideración. Algunos de ellos, con resultado de muerte de las víctimas, que en todos los casos han resultado ser menores de edad.
Feria navideña
Tal vez el caso de más resonancia ha sido el de Mislata (Valencia). Sucedió el 4 de enero de 2022, en la feria navideña. Aquella tarde, varios niños del municipio y sus alrededores se habían desplazado a la zona lúdica que se había dispuesto en un paraje céntrico de la localidad, donde había diversas atracciones infantiles, entre las que destacaba el castillo hinchable. Allí se encontraban Cayetana y Vera, dos niñas que en el momento del infortunio contaban con 8 y 4 años respectivamente.
La fisonomía del suceso fue muy similar a la del accidente registrado en Torrejón del Rey. Una fortísima ráfaga de aire sorprendió a los asistentes a la feria, incluidos los padres de las dos niñas ya mencionadas, que observaron como sus hijas salían despedidas por los aires a causa de los fuertes vientos que se dieron aquella tarde. Ambas quedaron inconscientes y los testigos (una decena de personas) acudieron rápidamente a auxiliar a las niñas. Pero no se pudo hacer nada por ellas y fallecieron poco más tarde.
El de Mislata es un caso que se ha ido complicando a medida que ha ido pasando el tiempo. En los dos años que lleva la instrucción, al menos cuatro jueces han pasado ya por el Juzgado de Instrucción Nº 4 de Mislata, lo que no ha hecho más que demorar y prolongar el proceso. El cuarto magistrado entró en enero y dictó, al igual que sus antecesores, una prórroga que retrasa un juicio en el que están investigados los dos feriantes responsables del montaje del hinchable, el ingeniero encargado de inspeccionar la atracción y el técnico municipal del Ayuntamiento.
Sevilla y Girona
Para encontrar otro fallecimiento en España por estas mismas causas hay que remontarse a 2017. El 7 de mayo de aquel año, una niña de 6 años perdió la vida y otros seis menores resultaron heridos de diversa consideración después de que un castillo hinchable los lanzase a todos por los aires, a distancias de entre 6 y 20 metros, en la localidad gerundense de Caldes de Malavella.
El juzgado penal número 2 de Girona acabó condenando a un año de prisión y 5.400 euros de multa al matrimonio que regentaba el restaurante en el que se produjo el accidente. Fiscalía, acusaciones particulares y abogados alcanzaron un acuerdo para no tener que ir a juicio y que los propietarios no tuviesen que ingresar en prisión. La sentencia dejó claro que «el trágico accidente fue consecuencia directa de la inobservancia de las medidas de montaje, seguridad y supervisión».
El matrimonio fue condenado por un delito de homicidio por imprudencia grave y seis delitos de lesiones por imprudencia grave. La sentencia aplicó a los procesados una atenuante de reparación del daño porque consignaron parte del dinero para hacer frente a la indemnización para las víctimas y sus familias, de unos 640.000 euros. La aseguradora que tenían contratada ha aportado 600.000 euros, el límite de la póliza.
El suceso tuvo lugar un año después de que otro menor de ead, de 4 años, falleciese en el tobogán de un castillo hinchable en la fiesta de Carnaval del municipio sevillano de La Rinconada. En aquella ocasión, el culpable no fue el viento, responsable de la mayor parte de este tipo de accidentes, sino otro niño que cayó encima del menor sin percatarse y le provocó un fallo cardiorrespiratorio.
Lesiones
2014 fue un año crítico en este aspecto: En enero, dos niños de 6 resultaron heridos, uno de ellos muy grave, al caer de un castillo hinchable en el municipio murciano de Guadalupe (Murcia). El viento volvió a ser el responsable. Tres meses más tarde, resultaron heridas 26 personas después de que una unas atracciones hinchables sin anclajes saliesen despedidas en Alicante. En mayo, cuatro niños también sufrieron lesiones después de que un castillo hinchable saliese volando en Leganés (Madrid).
Pero no hay que irse tan lejos en el tiempo para encontrar accidentes de este tipo sin tener que lamentar víctimas mortales. En enero de este mismo año, un niño de 11 años resultó herido de gravedad en el polideportivo de Santiago el Mayor, en Murcia. En esta ocasión, el menor ni siquiera estaba jugando en ninguna atracción, sino un partido de fútbol 8 de categoría alevín. Fue el hinchable el que, desprovisto de sus medidas de seguridad, cayó sobre el chico.
Y en junio del año pasado se registraron dos accidentes similares: en uno, una mujer acabó en la UCI después de haber sido golpeada por una de estas estructuras hinchables, durante una actividad organizada con motivo de la feria de San Juan en Humilladero (Málaga). La mujer sufrió un traumatismo craneal con hemorragia interna y el caso acabó con una denuncia contra los propietarios de las atracciones. Sucedió el 22 de junio.
En el otro, ocurrido sólo unos días antes (el 2 de junio), cinco niños resultaron heridos en Toledo cuando el castillo hinchable en el que se encontraban salió volando por el viento. Todos ellos fueron trasladados hasta el Hospital Universitario de la ciudad, donde cuatro de ellos fueron rápidamente dados de alta y un quinto tuvo que permanecer varios días ingresado.