Tel Aviv-Yafo, reconocida globalmente por ser el dinámico núcleo de negocios, comercio y entretenimiento en Israel, es una ciudad que usualmente rebosa de actividad.

Sus calles suelen estar abarrotadas de compradores, las playas llenas de visitantes, y la vida nocturna colmada de fiestas y eventos. Es un imán turístico, con mercados, cafés y sitios culturales que atraen a viajeros de todas partes. Sin embargo, la escena que predomina hoy en día es muy diferente.

Las calles de la ciudad están inquietantemente vacías, los comercios cierran temprano y el bullicio ha sido reemplazado por un silencio alarmante. La atmósfera de alegría ha cedido a un ambiente cargado de temor y una palpable sensación de ansiedad recorre la ciudad.

Este cambio es claramente perceptible tanto para los residentes como para los comerciantes. Yana Levitan, propietaria de una tienda de recuerdos en la antigua ciudad de Yafo, compartió sus sentimientos con The Media Line sobre la situación.

“Siento en las calles que la gente está preocupada por estar aquí, por estar en Israel. Los israelíes están especialmente inquietos por estar en la ciudad vieja de Yafo. No sé qué pasará, pero seguiremos aquí pase lo que pase”, expresó. La creciente amenaza de represalias por parte de Irán ha exacerbado aún más la crisis, afectando a múltiples sectores.

Sadi, un taxista árabe israelí, describió el impacto a The Media Line: “La gente no quiere venir al Oriente Medio en estos momentos; no se sienten seguros… Nunca había visto algo tan terrible. Apenas logramos subsistir”.

A pesar de los temores y la incertidumbre generalizada, el espíritu de resistencia permanece firme. Yoel, un habitante de Tel Aviv, afirmó a The Media Line: “Hay miedo, pero el pueblo de Israel es resiliente… seguimos saliendo y no hemos dejado de vivir”.

Este periodo sin precedentes en Tel Aviv da lugar a una diversidad de relatos provenientes de diferentes orígenes. Mahmoud, un palestino de Jerusalén que estaba de visita en Yafo, manifestó sus deseos de paz: “Cuando termine la guerra, todo podrá volver a la normalidad”.

Yoav, un residente de Kiryat Shmona que temporalmente se encuentra en Yafo, compartió su percepción sobre la guerra: “Podemos convivir sin problemas políticos. Los únicos obstáculos son los radicales de ambos lados. Sin ellos, podríamos vivir mejor”.

La gente disfruta de la playa en Tel Aviv el 7 de agosto de 2024. (crédito: AVSHALOM SASSONI/FLASH90)

Mientras Tel Aviv enfrenta los estragos de la guerra, sus habitantes siguen adelante con sus vidas. Michael y Kyara, turistas provenientes de Francia, reflejaron la complejidad de la situación al describir una ciudad que, pese a la guerra, sigue siendo reconocible, aunque perturbada.

Si bien observaron tiendas cerradas y calles más desiertas, también constataron que Tel Aviv mantiene su espíritu y ritmo, aunque alterado.

la guerra en curso ha interrumpido casi completamente la vida diaria tanto para residentes como para visitantes de la ciudad. No obstante, tal como lo evidencia un vídeo reciente, la resiliencia de los habitantes de Tel Aviv permanece intacta, con la esperanza de que esta vibrante ciudad pronto recupere su energía característica.

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