El sonido de los Abrams avanzando por la ribera del Vístula es ensordecedor. Es la música de fondo de una guerra no tal lejana. En el 104 aniversario de la Batalla del Vístula Polonia ha exhibido lo mejor de su fondo de armario bélico, desde los F-35 hasta los Rosomak o los Patriot. Con motivo de la conmemoración del 104 aniversario de la Batalla del Vístula, Polonia ha mostrado su músculo militar con la mirada puesta en la Rusia de Putin, que invadió la vecina Ucrania, el 24 de febrero de 2022.

En la Batalla del Vístula las tropas comandadas por el mariscal Józef Piłsudski, héroe de la independencia polaca, frenaron el avance del Ejército Rojo, y así impidieron que los bolcheviques se expandieran por Europa occidental.

Sobre aquellos hechos escribió el historiador Adam Zamoyski en su obra Warsaw 1920. Lenin’s failed conquest of Europe: «En el verano de 1920, a las afueras de Varsovia tuvo lugar una batalla equiparable a Maratón y Waterloo por su importancia en la Historia. Sin embargo, la historia de cómo Lenin estuvo a un pelo de hacer añicos el acuerdo de paz de Versalles y de propagar el bolchevismo desde Rusia hasta Europa occidental ha caído prácticamente en el olvido».

Los gobiernos polacos, tanto el actual encabezado por el liberal Donald Tusk, como el anterior, liderado por los nacionalpopulistas de Ley y Justicia, están de acuerdo en que solo con un Ejército fuerte se puede disuadir a Rusia de invadir Polonia, que se integró en la OTAN en la primavera de 1999. Veinticinco salvas en recuerdo del aniversario han dado paso al desfile.

Uno de los objetivos de Rusia en la guerra que libra en Ucrania, además de impedir que sus vecinos sigan la senda del proyecto político de Europa occidental, es desmantelar la arquitectura de seguridad europea, según nos indicaba el analista del OSW, Witold Rodkiewicz.

El artículo 5 del Tratado de Washington, que acaba de cumplir 75 años, protege a Polonia y los Bálticos. Es ese «todos para uno y uno para todos» que rige para los aliados, pero no se activa automáticamente. Polonia cuenta con que Estados Unidos en caso de necesidad les ayudaría a defender su soberanía, pero sabe que no hay que dormirse en los laureles, y por ello lleva tiempo preparando a sus Fuerzas Armadas.

En declaraciones al diario polaco Rzeczpospolita, Tomasz Szatkowski, entonces embajador polaco ante la OTAN, aseguraba que «lo más importante para Polonia es disponer de un Ejército fuerte, más incluso que la alianza con Estados Unidos. Es lo único que disuadirá a los rusos de atacarnos, ya que el coste sería demasiado elevado».

En la actualidad Polonia es el país de la OTAN que dedica más porcentaje de su presupuesto a defensa, cerca del 4%. España apenas llega al 1,3% y está en vagón de cola.

En 2023 Polonia gastó 31.600 millones de dólares en términos de gasto militar, según el Instituto de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Ocupa el puesto 14 del mundo, justo por encima de Israel, tras aplicar un incremento del 75% entre 2022 y 2023. España, a pesar de los problemas que acarrea estar en la frontera sur de Europa, figura en el puesto 17.

Los herederos de 1920

El presidente Andrzej Duda, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, ha rendido homenaje al mariscal Piłsudski ante su monumento, cerca de la tumba al soldado desconocido, y ha asistido a una misa en la catedral, junto al titular de Defensa, Władysław Marcin Kosiniak-Kamysz.

El acto más relevante ha sido el desfile militar, que ha transcurrido a lo largo del río Vístula. El presidente Duda ha recordado cómo el Ejército polaco es el único que derrotó a los rusos en 74 años. «Sois los herederos directos de los héroes de 1920», ha dicho a los soldados polacos.

Multitud de ciudadanos, familias enteras, han acudido a transmitir su apoyo a las Fuerzas Armadas, que en Polonia cuentan con una gran simpatía popular. Todos, de niños a mayores, entonan el himno de forma solemne y conocen las marchas militares. De ahí que el ministro de Defensa haya remarcado que»el patriotismo es de todos, no es patrimonio de nadie». En una crítica velada a los nacionalpopulistas, ha remarcado que el Ejército polaco «no puede formar parte del juego político».

El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha evocado cómo gracias a la victoria en la Batalla del Vístula, sobrevivió la libertad en toda Europa. La lección es que si hemos de enfrentaros al enemigo hemos de contar con nuestras fuerzas. La diferencia es que ahora contamos con aliados. Nuestro ejército es uno de los más importantes y modernos del mundo», ha dicho Tusk. «Polonia y la OTAN han de prepararse para la guerra del futuro. Ucrania es escenario de esa guerra», ha añadido.

Un ejército de primera clase

Unos 2.000 soldados polacos han participado en la parada militar, junto a un centenar de efectivos de EEUU, Reino Unido y Rumanía, así como representantes del Eurocorps y del Joint Force Training Centre de la OTAN.

Entre el material que han exhibido destacan 80 aviones, entre ellos dos F-35 estadounidenses como los 32 que han comprado a EEUU, y 220 vehículos militares, entre ellos los Abrams, Rosomak y Borsuk, los howitzers K9 y Krab, así como lanzadores Himars, y sistemas antimisiles Patriot y Mała Narew.

Del Milagro del Vístula a Kursk

También han tenido lugar actos conmemorativos en lugares históricamente relacionados con la Batalla de Varsovia. En Ossów, cerca de la capital, ha asistido el cardenal Kazimierz Nycz a la misa, y han realizado una recreación de la batalla de 1920.

En Cracovia, las celebraciones principales se han celebrado en la plaza Matejko. Mientras tanto, en Gdynia, la Armada polaca conmemoró la ocasión con un gran despliegue de banderas en sus barcos.

La Batalla del Vístula también se conoce como el Milagro del Vístula, ya que fue tan increíble aquella victoria sobre el poderoso Ejército Rojo que corrió la voz de que la patrona de Varsovia, la Madre de la Gracia, se apareció en el cielo y detuvo el avance bolchevique. El Ejército ucraniano lleva diez días de incursión en territorio ruso, en la región de Kursk. El invadido invade al invasor en una operación tan inesperada como la que comandó Piłsudski. Quizá con ayuda divina.

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