Entre la conexión perdida, el retraso en su segundo vuelo y la pérdida de una de sus maletas el día se le hizo todavía más largo a Nate Sestina. Debía llegar por la mañana, a la vez que Ethan Happ, pero se sucedieron los inconvenientes. Ni siquiera eso no borro su sonrisa y su ilusión por «la oportunidad de seguir creciendo» en la etapa que comienza en el Valencia Basket. «Aún soy joven en el baloncesto europeo, estoy en mi cuarta temporada. Estoy muy agradecido por la oportunidad de haber jugado en el Fenerbahce», recordó.
A diferencia de Happ, Sestina sí conoce a Pedro Martínez. El técnico le tiene echado el ojo desde que lo vio en una edición de la Summer League de la NBA, según reveló: «En Sacramento, cuando jugué con los Kings en la Summer League, él me dijo ‘Puedes jugar para mí’. Creo que él estaba en el Manresa y yo en el Turk Telekom, pero fue una oportunidad. Lo que hace con los jugadores grandes… puede encajar conmigo.
Filosofía positiva y ambición
Pese a los contratiempos estaba muy feliz: «El baloncesto es un juego en el que te pagan por jugar, tienes mucha suerte. Si pierden tu equipaje puedes encontrarlo o comprar zapatillas nuevas. Vengo a una nueva experiencia en un nuevo país, es mi primera vez en España conociendo su cultura». Y su opinión sobre la competición en la que va a probar suerte es clara: «La ACB es un monstruo. Estoy muy emocionado por jugar en ella, es la mejor liga doméstica del mundo aparte de la NBA». Y se une a uno de sus cocos: «Valencia es uno de esos equipos que pueden competir por campeonatos. El título de la Eurocup es el objetivo número uno». Y a título personal, espera tener un rol más destacado que en el Fenerbahce: «Daré lo mejor de mí, y haré mi trabajo, lo importante es un buen compañero y abrazar todo lo que venga».