En la noche de este miércoles, Mounir Nasraoui, padre del prometedor futbolista del Fútbol Club Barcelona, Lamine Yamal, ha sido víctima de una agresión con arma blanca en un aparcamiento de la calle Frank Marshall, ubicado en el barrio de Rocafonda, Mataró. Afortunadamente, aunque las heridas sufridas por Nasraoui son de diversa gravedad, su vida parece que no corre peligro.
Tras el incidente, Nasraoui fue rápidamente trasladado al hospital universitario Germans Trias i Pujol en Badalona, conocido como Can Ruti. Paralelamente, los Mossos d’Esquadra tomaron el control de la investigación y procedieron a la detención de tres individuos acusados de tentativa de homicidio, informa el diario ‘El Mundo’.
Origen de la agresión
Aunque la investigación aún está en sus primeras etapas y las circunstancias exactas que llevaron a esta violenta agresión no han sido completamente esclarecidas, ‘La Vanguardia’ sugiere que el ataque podría haber sido el resultado de una confrontación anterior en la que se habría visto involucrado el padre de Yamal.
Por el contrario, según testimonios de algunos vecinos, Nasraoui fue increpado por varios individuos mientras paseaba a su perro, lo que posteriormente derivó en una pelea y, finalmente, en la agresión con arma blanca.
Los Mossos han confirmado que el incidente tuvo lugar alrededor de las 21:10 horas en el barrio de Rocafonda, donde reside la familia de Lamine Yamal.
Un padre orgulloso, ahora víctima
El nombre de Mounir Nasraoui saltó a la luz pública el pasado verano debido al meteórico ascenso de su hijo, Lamine Yamal, quien se ha consolidado como una de las grandes promesas del fútbol tanto para el FC Barcelona como para la Selección Española.
Nasraoui se convirtió en una figura visible durante la celebración de la Eurocopa, cuando España se coronó campeona al vencer a Inglaterra en la final. En aquel momento, el padre de Yamal se unió a la celebración, paseando por el campo con la copa en la mano y compartiendo su alegría en redes sociales. «Yo también soy campeón», celebró orgullosamente.
Durante aquellas celebraciones, Nasraoui llamó la atención al lucir una camiseta con el número 304, un gesto que muchos interpretaron como un símbolo de orgullo por su barrio, Rocafonda, en Mataró, cuyo código postal termina en esas tres cifras. Este número también se convirtió en una respuesta a la oleada de racismo promovida por sectores de extrema derecha, que atacaron a Yamal y su familia por su origen.
