Más de 176.000 baleares han recurrido al consumo de ansiolíticos y antidepresivos durante los seis primeros meses de este año, una cifra que la directora general de Salud Mental del Govern, Carme Bosch, considera muy alta, de ahí que se haya puesto en marcha un estudio para determinar si la prescripción que se hace de este tipo de fármacos es la adecuada. Un aspecto que pone de relieve la representante de la conselleria de Salud es que esta elevada demanda de productos vinculados a los problemas de ansiedad y depresión es general en todo el país, aunque no oculta que el archipiélago, sin estar en los puestos de cabeza, sí queda por encima de la media española.
Los datos facilitados por la Conselleria apuntan a que entre enero y junio de este año 110.507 usuarios de la sanidad balear recogieron al menos un envase de ansiolíticos, mientras que 111.819 lo hicieron de antidepresivos. Dado que algunas personas hacen uso de ambos productos, la cifra total de personas que durante esos seis meses han hecho uso de alguno de estos fármacos se sitúa en 176.091.
Alza en los antidepresivos
Si se comparan estas cifras con las del primer semestre de 2023, lo que se detecta es que el consumo de antidepresivos muestra una clara evolución al alza, ya que la cifra de personas que utilizaron este producto durante ese periodo fue de 109.126, con un incremento durante este año del 2,4%.
Por contra, los ansiolíticos muestran una débil reducción, ya que durante el primer semestre de 2023 la cifra de usuarios fue de 110.987, lo que implica que se ha dado una rebaja del 0,4%.
Un aspecto a destacar es que aproximadamente dos de cada tres consumidores de estos fármacos son mujeres.
Carme Bosch señala que estas cifra se registran en un momento en el que la detección de síntomas de malestar emocional evoluciona al alza, aunque destaca que eso no supone que haya un aumento de los trastornos, sino que existe una mayor concienciación en relación a los problemas de salud mental que favorece la demanda de ayuda, aunque no oculta que sigue existiendo una estigmatización en torno a ellos, lo que hace que muchos de los que los padecen sean reticentes a admitirlos.
Estudio en marcha
La directora general de Salud Mental señala que el consumo de ansiolíticos y antidepresivos en Balears es muy alto, pero eso no significa que necesariamente sea excesivo, y determinar este último punto es uno de los objetivos del estudio que sobre este tema se ha puesto en marcha, que se espera que quede concluido durante la presente legislatura.
Un aspecto que subraya es que el plan fijado por el ministerio de Sanidad para el periodo 2025-2027, consensuado con las comunidades autónomas, también plantea potenciar una mayor calidad en la prescripción de este tipo de fármacos y campañas de sensibilización en torno a su uso adecuado, lo que refleja la importancia que se da al tema.
Bosch reconoce que las causas que pueden estar llevando a un consumo tan alto de ansiolíticos y antidepresivos son múltiples, y que pueden estar relacionadas tanto a problemas en el ámbito laboral como en el personal, o debido a las presiones sociales en el caso de los jóvenes. En este aspecto, la directora general señala que este último colectivo es uno de los que se fija como prioritarios a la hora de analizar su situación.
También se reconoce la existencia de presiones sobre el médico por parte de muchos pacientes a la hora de reclamar una receta para poder acceder a esos fármacos.
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