El Chelsea no sabe controlarse en el mercado. Los de Todd Boehly han ido cerrando incorporaciones sin parar que han generado un overbooking insostenible en Stamford Bridge. Enzo Maresca debe dar salida a muchos nombres, y se le acaba el tiempo para ello, pero a los londinenses no solo se les va la mano para fichar futbolistas. Con la renovación de Cole Palmer hasta el verano de 2033 (dos años más de lo que tenía pactado el Chelsea se ha asegurado un equipo ‘eterno’. Para lo bueno y para lo malo.

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