Un panel de expertos de las Naciones Unidas señaló que la gestión de resultados hecha por las autoridades electorales venezolanas tras las elecciones del pasado 28 de julio careció de las «medidas básicas de transparencia e integridad que son esenciales para celebrar elecciones creíbles».
En un reporte interno, al que EFE tuvo acceso este martes, el panel de cuatro expertos electorales hizo hincapié en la declaración hecha por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano, según la cual el actual presidente de ese país, Nicolás Maduro, fue reelegido para un tercer mandato consecutivo en las elecciones del pasado 28 de julio.
El reporte destaca que los anuncios del CNE el 29 de julio y 2 de agosto, «sin la publicación de sus detalles o la entrega de resultados tabulados a los candidatos no tiene precedentes en las elecciones democráticas contemporáneas».
Los anuncios consistieron en comunicaciones orales sin ningún soporte infográfico y de hecho el CNE aún no ha publicado «ningún resultado (o resultados desglosados por mesa electoral), para respaldar sus anuncios orales según lo previsto en el marco legal para las elecciones», agrega el documento.
Lo anterior, señalan los expertos del panel, «tuvo un impacto negativo en la confianza en el resultado anunciado por el CNE entre gran parte del electorado venezolano».
El informe destaca que ha podido observar una pequeña muestra de las actas de varios colegios electorales que son de dominio público, entre ellos los publicados en internet por la oposición, los cuales «exhiben todas las características de seguridad de los protocolos de resultados originales».
El informe alude además a la denuncia hecha por Maduro el 31 de julio de 2024 ante la Cámara Electoral de la Corte Suprema de Justicia venezolana, en la que pidió una revisión del proceso y de los resultados, tras lo cual dicha entidad anunció que procedería a un proceso de verificación pericial de la documentación presentada por el CNE.
Los expertos señalan que hasta el momento no hay información detallada disponible sobre cómo se está realizando esta verificación.
El panel se refirió asimismo a las protestas ocurridas entre el 29 de julio y el 2 de agosto, las cuales han dejado un saldo de más de 20 personas asesinadas, incluido un soldado, y más de 1.000 personas detenidas, cifras que, señaló el panel, «han seguido aumentando».
«El panel también escuchó informes de amenazas e intimidación contra miembros del partido y funcionarios electorales», señala el documento.
Los expertos coinciden en que la jornada electoral del 28 de julio transcurrió «en un ambiente mayormente pacífico y estaba logísticamente bien organizado», mientras que el período preelectoral también se desarrolló de forma pacífica pero «estuvo marcado por continuas restricciones al espacio cívico y político».
De igual modo, la campaña del Gobierno contó con total dominio de los medios de comunicación estatales, mientras que para los candidatos a la oposición el acceso a los mismos fue «muy limitado».
El reporte recordó que el panel, que permaneció en Venezuela desde fines de junio hasta el 2 de agosto, fue invitado por el CNE y no se trató de una misión de observadores electorales, y por ende, no fue establecida para emitir un juicio público sobre la resultado de la elección.
«Su objetivo fue seguir y reportar internamente al Secretario General de las Naciones Unidas sobre el proceso electoral y hacer recomendaciones para futuras mejoras», ahondó.
El CNE, que dice haber sufrido un ataque cibernético el día de las votaciones, aún no publica los resultados desagregados que confirmen la victoria de Maduro -contrariando su propio reglamento-, un silencio que ha sido cuestionado por numerosos países.
La alianza antichavista publicó en una página web -investigada por la Fiscalía venezolana- más del 80 % de las actas electorales que confirman, según la coalición, que su candidato, Edmundo González Urrutia, ganó por un amplio margen.