El idilio olímpico parece estar a punto de desvanecerse, después de varias semanas de necesaria tregua política. Este lunes, el presidente Emmanuel Macron mediante un discurso de agradecimiento por el éxito de estos Juegos Olímpicos, quiso dar el pistoletazo de salida a su operación de búsqueda de un gobierno. “Había muchas razones para no tener éxito en estos Juegos.(…) pero han sido la demostración de que Francia cuando se une, sabe hacer grandes cosas», afirmó.
El presidente quiere seguir estirando ese espíritu olímpico conciliador que se había creado para los Juegos, y así ablandar la mesa de negociaciones para sacar a Francia de este bloqueo político. Después de unas elecciones legislativas adelantadas fallidas, en las que el país galo no encontró una mayoría clara para su Asamblea Nacional, el presidente ha presionado, en varias ocasiones, a las fuerzas políticas para encontrar una coalición que le permita gobernar. Aunque por el momento, sin mucho éxito y generando una gran incertidumbre.
Los pasillos del Palacio del Elíseo de nuevo empiezan a retomar la actividad, si es que en algún momento la detuvieron, y surgen los rumores de que el presidente ya se ha puesto manos a la obra para sacar a Francia de esta crisis. Sobre la mesa, varios nombres para ocupar el puesto de primer ministro, escollo principal que ha mantenido la mesa de negociaciones paralizada. A la derecha, Xavier Bertrand o Michel Barnier. A la izquierda, Lucie Castets o Bernard Cazeneuve. El abanico de candidatos a Matignon es amplio y las diferencias también.
«Una coalición no se crea en unos días», admitió este lunes la portavoz del Gobierno en funciones, Prisca Thevenot, insistiendo en que los partidos «necesitan tiempo para poder hacer las instituciones». Un tiempo que se agota, al igual que la paciencia de los franceses, a pesar de que fuertes rumores apuntan desde hace semanas a una fecha clave: el 15 de agosto, cuando Francia podría conocer el nombre de su primer ministro. Sin embargo, otras voces descartan por completo que esto vaya a suceder en los próximos días.
Esta semana, se presenta una agenda apretada para Emmanuel Macron, con el 80 aniversario del desembarco de Provenza y la liberación de la ciudad de Bormes-les- Mimosas. Además, el 28 de agosto arranca una nueva “tregua paralímpica”. Por lo que, en caso de tener que hacer algún anuncio relevante, todo apunta a que debería suceder la próxima semana.
Fin de la “tregua olímpica”
En su primera semana de resaca olímpica, Francia busca la fórmula perfecta para salir enredo político. El Nuevo Frente Popular, esa unión de las izquierdas creada para combatir a la extrema derecha de Le Pen en las últimas legislativas, reclama como nunca su puesto en el Palacio de Matignon. Aunque Macron ya descartó, antes de los Juegos Olímpicos, cualquier propuesta a Primer Ministro de la rama insumisa. Los franceses difícilmente verán a la candidata de izquierdas, Lucie Castets, ocupar ese puesto, especialmente tras dejar claros sus objetivos: derogar la polémica reforma de las pensiones macronista, aumentar el salario base o impuestos a las grandes fortunas. Ideas que imposibilitan la cohabitación con Emmanuel Macron.
El reloj en la cuenta atrás aprieta, y el trabajo se acumula. Por lo general, los Presupuestos suelen cerrarse a mediados de agosto, para examinarlos en la Asamblea Nacional, el 1 de octubre. Sin embargo, los Presupuestos de 2025 parece que van a romper con esa tradición.
Gabriel Attal y su “pacto de acción”
A partir del 20 de agosto las izquierdas regresan de vacaciones con las pilas cargadas, y los partidos deben sentarse de nuevo para conseguir esa “coalición clara y sólida”, que permita al presidente acabar con su legislatura sin más contratiempos políticos. Aunque, muchos ya miran más allá, a las próximas elecciones presidenciales de 2027. A las que Emmanuel Macron ya no puede volver a presentarse y Marine Le Pen calienta desde el banquillo.
No hay tiempo que perder. Este martes el Primer Ministro en funciones, Gabriel Attal, ha presentado “un pacto de acción” a los grupos de la Asamblea Nacional, excluyendo a La Francia Insumisa y a Reagrupamiento Nacional. Un plan con el objetivo, según explica Attal, de “volver a lo básico: a la vida cotidiana de los franceses, las emergencias del país y la preparación del futuro”.
Precisamente, volver a lo de antes es de lo que reniegan los ciudadanos franceses, quienes durante 17 días han vivido en una burbuja olímpica perfectamente imperfecta.
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