Polonia se ha sumado como el último miembro de la OTAN en respaldar con cautela la incursión de Ucrania en la región rusa de Kursk. El primer ministro polaco, Donald Tusk, declaró que Kiev “tiene todo el derecho a librar una guerra de manera que paralice a Rusia”.

Desde que Ucrania inició la incursión el 6 de agosto, ha continuado su avance en la región suroccidental de Rusia, donde las autoridades ucranianas afirman tener el control de aproximadamente 386 millas cuadradas de territorio ruso, incluyendo 74 ciudades y pueblos. El comandante en jefe ucraniano, Oleksandr Syrsky, anunció el martes que las fuerzas ucranianas han tomado el control total de la ciudad fronteriza rusa de Sudzha.

A pesar de las preocupaciones iniciales de los miembros de la OTAN sobre el uso de sus armas en territorio ruso, por temor a una posible escalada, los aliados de Kiev no han ejercido presión para que Ucrania detenga su avance, justificando la operación como una medida clave contra la agresión de Vladimir Putin.

En respuesta a las preguntas sobre el uso de armamento suministrado por Occidente en territorio ruso, Tusk destacó en una conferencia de prensa el lunes que las “acciones de Kiev son defensivas”. Además, condenó los ataques rusos contra Ucrania, calificándolos como genocidio y crímenes inhumanos, y reiteró que Kiev “tiene todo el derecho a librar una guerra que paralice a Rusia en sus intenciones agresivas de la manera más efectiva posible”.

Esta postura se alinea con la del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania, que en un comunicado a Politico señaló que el derecho de Ucrania a la legítima defensa está “consagrado en el derecho internacional” y “no se limita a su propio territorio”. Por su parte, Roderich Kiesewetter, un influyente legislador de los demócratas cristianos, afirmó que Ucrania tiene la legitimidad para atacar “áreas de preparación” dentro de Rusia con armas alemanas, argumentando que “una vez que son entregadas, son armas ucranianas”.

Scholz rechazó misiles de largo alcance a Ucrania para evitar escalar la guerra

Taurus

En mayo, el canciller alemán Olaf Scholz enfrentó críticas al anunciar que Berlín no proporcionaría a Ucrania los misiles de largo alcance Taurus KEPD-350 solicitados por Kiev, con el objetivo de prevenir una escalada de la guerra en la región.

Durante la tercera jornada de la incursión ucraniana en Kursk, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, reiteró el 8 de agosto el firme respaldo de Washington al derecho de Ucrania a defenderse de la agresión rusa. En ese contexto, en mayo, EE. UU. permitió a Ucrania el uso de armas estadounidenses en áreas cercanas a Járkov, aunque no en la región de Kursk, donde las operaciones de Kiev parecen haber ganado impulso.

Según el diario The Telegraph, el gobierno del Reino Unido no ha autorizado a Ucrania a emplear los misiles británicos de largo alcance Storm Shadow en esta incursión, manteniendo su política sin cambios, como confirmó una fuente del gobierno británico. Por otro lado, se informa que Ucrania ha utilizado misiles contra posiciones rusas en territorios ocupados, como Crimea.

La incursión ucraniana en Kursk ha superado las expectativas tanto de Rusia como de Ucrania en cuanto a su duración y alcance, lo que llevó al gobernador de la vecina región de Belgorod a declarar el estado de emergencia el lunes pasado.

El vicealmirante retirado estadounidense Robert Murrett señaló que el apoyo de los miembros de la OTAN “ha sido subestimado, pero es real”. Además, afirmó que el uso de las regiones de Kursk y Belgorod por parte de Rusia, así como Bielorrusia, para lanzar ataques letales contra Ucrania, justifica la “defensa activa” a través de la frontera como una estrategia legítima.

Por su parte, la portavoz de la Comisión Europea, Nabila Massrali, expresó que la UE no comenta sobre operaciones en curso, pero reafirmó su pleno respaldo al derecho legítimo de Ucrania a la autodefensa.

En respuesta a la crisis en Kursk, Rusia ha sido forzada a trasladar unidades al sur de Ucrania, una acción que, según Murrett, podría “reducir la capacidad rusa dentro de Ucrania” al tener que restablecer las condiciones al otro lado de la frontera. Asimismo, Murrett, subdirector del Instituto de Política y Derecho de Seguridad de la Universidad de Syracuse, señaló que el comando y control de las unidades rusas de respuesta “aún se está consolidando, y la crucial unidad de comando no ha sido plenamente alcanzada”.

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