Canarias, uno de los destinos turísticos más populares de Europa, recibe un gran número de vuelos cada día, lo que aumenta la posibilidad de que ocurran incidentes durante los viajes hacia las islas. El último episodio que ha captado la atención de muchos ocurrió en un vuelo de TUI que partía de Glasgow con destino a Tenerife, donde el comportamiento de algunos pasajeros en la sala de embarque llevó al piloto a tomar una decisión poco común pero efectiva.

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