El Tesoro Público ha colocado 2.193,7 millones de euros en esta última subasta del mes de letras a tres y nueve meses y ha recortado la rentabilidad ofrecida en ambas referencias a mínimos de hace más de un año, según los datos ofrecidos por el Banco de España. Pese a haber reducido el interés, la demanda de deuda española por parte de los inversores minoristas continúa al alza: se acerca a los 4.200 millones de euros, casi el doble de lo finalmente adjudicado en los mercados en la subasta de este martes. Esta es la tercera y última subasta de letras del Tesoro Público en el mes de agosto, tal y como estaba previsto, pero la institución ha decidido no convocar la cita relativa a bonos y obligaciones del Estado prevista para el próximo día 22.
Si se desglosan las cifras, el organismo dependiente del Ministerio de Economía colocó 490 millones de euros en la subasta de letras a 3 meses frente a una demanda de 1.496 millones con una rentabilidad marginal situada en el 3,215%, la más baja desde mayo de 2023 y por debajo del 3,325% ofrecido en la subasta del mes pasado. Al mismo tiempo, el Tesoro adjudicó 1.702 millones de euros en la emisión de letras a nueve meses, por debajo de las peticiones por importe de 2.683 millones, con una rentabilidad que se ha reducido hasta el 3,150%, en mínimos desde marzo de 2023 y a cierta distancia del 3,419% de la emisión previa del mismo tipo de papel.
La estrategia de financiación del Tesoro referente al ejecicio actual prevé unas necesidades de financiación nueva cercana a los 55.000 millones para el 2024, una cifra que supondría una reducción de 10.000 millones respecto a las cuantificadas el año anterior. Por otro lado, la emisión bruta prevista ascendera un 2% hasta los 2.57.572 millones de euros debido al incremento de las amortizaciones que se cubrirá, en su mayor parte, a través de la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
En la estrategia del Tesoro también está previsto recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado, además de mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación para reforzar el emrcado de finanzas sostenibles.