Cuatro horas ha durado este martes la declaración telemática desde Madrid de la exprimera dama argentina, Fabiola Yañez, ante la Justicia de su país por las denuncias contra su exmarido y expresidente Alberto Fernández por presunta violencia machista.

En su comparecencia vía zoom desde el consulado en Madrid, Fabiola Yañez ha relatado que su adicción al alcohol comenzó tras las primeras palizas de Alberto Fernández, también contó con todo tipo de detalles diversos episodios de violencia y también el aborto que según ella su exmarido la obligó a realizar en 2016.

Sobre este último asunto, la exprimera dama afirmó, tan solo unas horas antes de su declaración, en un escrito que el expresidente Fernández la obligó a abortar en 2016 y solicitó a la Justicia argentina ser querellante en la investigación abierta por presuntas lesiones en contexto de violencia de género.

Durante su testimonio, Yañez acusó a Fernández de haber ejercido «violencia reproductiva» en el inicio de una relación de pareja en la que hubo episodios de «hostigamiento y violencia», además de «acoso psicológico», que eran «constantes», e infidelidades.

Además, aseguró que sufrió «lesiones graves» que «dejaron secuelas de daño psicológico hasta el día de hoy».

En su declaración este martes ante el fiscal Ramiro González, Yañez no aportó nuevos documentos, pero anunció que tiene más pruebas para entregar a la Justicia.

Tras cuatro horas en el interior del consulado argentino en Madrid, Yañez abandonó el edificio en la parte de atrás de un vehículo vestida de blanco y con gafas de sol.

A las puertas del consulado, su abogada, Mariana Gallego, dijo que por cuestión de «confidencialidad» no podía dar detalles ni iba a responder preguntas «porque para eso está la Justicia», pero sí dio que su cliente «pudo declarar, se sintió muy apoyada por la prensa, por la gente, y sobre todo por la UFEM (Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres), la fiscalía y el juzgado que está interviniendo» en el caso.

Según la letrada, «ahora solo queda confiar en la Justicia y seguir los pasos procesales», que seguramente no implicará que Yáñez tenga que volver a declarar. El exmandatario argentino niega todas las acusaciones.

Yáñez decidió impulsar el 6 de agosto la denuncia contra su exmarido después de que la Justicia argentina, en el marco de una investigación por presunto tráfico de influencias del exmandatario, hallara en un teléfono móvil de una secretaria de Fernández conversaciones e imágenes que indicarían la posible comisión del delito de «lesiones leves en contexto de violencia de género» a su expareja.

La exprimera dama pidió que el caso sea calificado por el presunto delito de «lesiones graves» y no «leves», «agravados por el vínculo y por haber sido cometidos en un contexto de violencia de género bajo abuso de poder y autoridad, en concurso real con amenazas coactivas».

Tras la denuncia, el juez federal Julián Ercolini prohibió salir de Argentina al político peronista y le ordenó no acercarse ni contactar por ninguna vía con Yáñez, quien manifestó estar padeciendo «terrorismo psicológico» por parte de Fernández.

El propio Ercolini rechazó la solicitud del exmandatario de presenciar la declaración telemática de Yáñez, según medios locales.

En ese sentido, la abogada Susana Carreira, quien representa a Fernández, expresó su indignación por no poder preguntar a la actriz y periodista durante la audiencia e indicó que la declaración de Yáñez «no es válida» y que no pudo exponer las preguntas para la defensa de su cliente.

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