Zamora es una ciudad mágica y misteriosa. Cualquiera que se atreva a traspasar sus murallas encontrará una ciudad llena de encanto y enigmas por resolver.
Son numerosas las leyendas que ciernen sobre la ciudad del Duero y los personajes que siglos atrás vivieron en ella, como el portillo de la tracción (renombrado recientemente como el de la lealtad) o el ladrón petrificado de la catedral. ¿Y qué zamorano no conoce la leyenda del Cristo de las Injurias?
Visitar la ciudad de Zamora bajo la luz de la luna es descubrir y conocer la ciudad, pasear por sus monumentos y rincones, una experiencia diferente para la mayoría de turistas que visitan estos días la provincia, pero también para los propios zamoranos. De hecho, esta es la premisa de la visita guiada nocturna de «Luces y Leyendas» que tendrá lugar el próximo jueves, 15 de agosto, y con la que podremos conocer la bien cercada desde otra perspectiva.
Además, el 15 de agosto es un día muy especial para la provincia, ya que celebramos la Asunción de la Virgen del Tránsito o como muchos la denominan la Virgen Dormida (por la forma en la que reposa la escultura) sobre la que se cierne una nueva leyenda. Según se cuenta llegaron dos peregrinos, procedentes de Compostela, a la ciudad de Zamora con el objetivo de realizar una escultura que había encargado la madre abadesa. Lo único que solicitaron los forasteros fue alojamiento en el convento, a lo que las monjitas accedieron.
Pasaron días y sus respectivas noches, y así hasta siete. La curiosidad y la preocupación, pues los peregrinos no habían pedido ni comida ni bebida en más de siete días, se apoderó de la congregación que abrieron la puerta repentinamente y vieron como dos ángeles salían volando de la estancia. Eso sí, la talla no estaba finalizada. El dedo gordo de uno de los pies no había sido terminado debido a la impaciencia de las monjas.
Si estás interesado, las reservas se pueden realizar a través del correo electrónico [email protected] o la página web www.visitazamora.com, teniendo cada visita una duración aproximada de una hora y media con salida desde la plaza de Zorrill (Palacio de los Momos).
El precio por entrada es de diez euros para los adultos, de cinco para los niños de cinco a doce años y gratuita para los más pequeños de cero a cuatro años.