El internacional guineano Ilaix Moriba encara su etapa en el RC Celta con el reto de «demostrar» todo su potencial, después de encadenar su tercera cesión consecutiva tras jugar en el Valencia y en el Getafe a préstamo por el Lepizig, club que pagó 16 millones de euros al FC Barcelona por su traspaso.
«Quiero enseñar a todos que tengo el fútbol que todo el mundo me conoció, quiero ayudar al equipo al máximo y que deje sufrir como en los últimos años. Quiero ser un granito más de arena para ir lo más arriba posible y que todos estemos contentos», comentó.
En su comparecencia ante los periodistas, arropado por el director deportivo del Celta, Marco Garcés, y el consejero y exfutbolista Sergio Álvarez, Moriba reconoció que quiere aprovechar su estancia en Vigo para «demostrar todo» lo que vale.
«Doy las gracias al míster y al Celta por la confianza», comentó el mediocentro, quien dijo llegar en forma tras participar en los Juegos Olímpicos con su selección: «No fue como deseaba con mi país, pero me físicamente siento bien».
Moriba es consciente de que el estilo de Claudio Giráldez es «diferente» al de José Bordalás, pero al mismo tiempo recordó que ya ha estado anteriormente en equipos que apuestan por un fútbol ofensivo.
«El fútbol de hoy en día se puede jugar de muchas maneras, pero personalmente me encuentro más cómodo cuando tenemos la pelota y yendo a presionar arriba», sentenció.