El Dreamland Gran Canaria 3.0 se presenta en sociedad con las expectativas de la afición claretiana en todo lo alto. La condición de equipo anfitrión de la Copa del Rey por cuarta ocasión en toda su historia, ha llevado a la dirección deportiva a afinar el tiro para poner en manos de su técnico Jaka Lakovic, en su tercera campaña en la Isla, un equipo con el que dar un paso al frente a la hora de disputar los tres títulos en los que tiene asegurada su participación: Liga Endesa, Copa del Rey y Eurocup.
La remodelación del plantel isleño ha llevado a incorporar seis caras nuevas –el 50% de la plantilla– cinco fichajes y una promoción desde el LEB Plata que ha afectado a cuatro de las cinco líneas del equipo.
En la dirección de juego el Granca mantiene a una de sus brújulas. El capitán Andrew Albicy, con su segunda medalla olímpica de plata recién colgada en su cuello en los Juegos de París, será el encargado de mantener el orden en el vestuario y ayudar a adaptarse a las nuevas incorporaciones, empezando por Carlos Alocén. El base maño abandona la disciplina del Real Madrid con el objetivo de recuperar su mejor juego y demostrar que las lesiones forman parte del pasado y que vuelve a ser uno de los mejores directores de juego del país de la piel de toro.
La salida inesperada de AJ Slaughter, sumada a la de Sylven Landesberg, ha permitido a Willy Villar apostar por la llegada de dos jugones espectaculares, con muchos puntos en sus manos y que están llamados a dar un show en cada partido. Por ponerle una pega a los fichajes de Caleb Homesley y Joe Thomasson, son dos jugadores de un corte similar, ofensivos y poco sacrificados en defensa. Para eso queda el único superviviente en el puesto de escolta, Jovan Kljajic, un soldado obediente dispuesto a sacrificarse siempre por el bien del grupo.
Los intocables
Willy Villar no ha tenido ninguna duda a la hora de mantener inalterable su dupla de aleros una temporada más. Nico Brussino aporta puntos y defensa, es uno de esos jugadores capaces de ver el aro como una piscina olímpica desde la Pampa argentina. Cuando el de Cañada de Gómez entra en trance todo es posible y eso le convierte en uno de los ídolos intocables para la afición amarilla.
No menos importante es Miquel Salvó, aunque con un rol menos lucido que el de su compañero de posición. El catalán es uno de esos jugadores de equipo que anteponen siempre las necesidades de los demás a las suyas propias. Es raro ver un partido suyo de 10, pero nunca baja del bien, lo que le convierte en uno de esos jugadores que todo entrenador quiere tener y Jaka Lakovic no iba a ser la excepción.
En el ala-pívot todo sigue igual que la temporada anterior, pero con matices. John Shurna sigue ejerciendo de francotirador, aunque su rendimiento dependerá de su físico, que el curso pasado no le dejó brillar con continuidad, pero su eterna sonrisa invita siempre a confiar ciegamente en él. Junto al de Illinois sigue Pierre Pelos, una apuesta directa del técnico esloveno que ve en él otro soldado fiel muy similar al propio Salvó. Su complemento será Jakub Urbaniak, quien tendrá por primera vez ficha del primer equipo en una temporada que será de aprendizaje para el polaco, que toma el asiento dejado por Rubén López de la Torre.
Por último la línea de pívots cambia por completo. Mike Tobey ayudará a abrir el campo con su buena mano para el triple y la media distancia, es el encargado de suplir los puntos que se han perdido con la marcha de Ethan Happ.
Junto a él, George Conditt IV está llamado a dar espectáculo. Su físico atlético le permitirá ser uno de los destinos preferidos de las asistencias de los bases claretianos para culminar en un repertorio de mates y alley-oops que pondrán en pie a la marea amarilla.
En la retaguardia, Dylan Bordón y Massamba Diop, del filial, estarán también en dinámica del primer equipo.
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