“Bajo el cielo de París. Una canción se va volando”. Con este himno de Edith Piaf, París se despedía de su globo pebetero que se ha convertido en todo un símbolo de estos Juegos Olímpicos. Léon Marchand, el delfín de Francia y medallista olímpico, que ha hecho soñar a todo un país, ha sido el encargado de apagar el fuego olímpico y trasladar la llama al interior del estadio de Francia para dar comienzo a la ceremonia de clausura, donde las delegaciones han desfilado por su pista violeta llenándola de multicolor.
Al igual que el espectáculo que dio comienzo a los Juegos Olímpicos, el de clausura no ha querido dejar atrás el sentimiento francés, muy presente en cada escena del espectáculo, en sus músicas y en los vídeos de transición. El “Golden Voyager”, ese ángel dorado caído del cielo, ha sido el punto de inflexión y un juego de doble sentido francés e inglés, ofreciendo una parte distópica sobre un mapamundi en medio del estadio más multicultural de Francia. Un espectáculo dirigido por Thomas Jolly, en el que han participado más de 270 artistas, en un show inicial lleno de referencias a los orígenes helénicos de los Juegos Olímpicos, sin olvidar a la famosa estatua, La Victoria de Samotracia.
Entre distópicos no podía faltar otro momento clásico francés, colgando de un piano caído del cielo, Alain Roche ha interpretado el himno de Apolo, redescubierto en 1894 y cuya partitura se conserva en el Museo del Louvre.
La actuación de la cantante francesa, Angèle junto a la banda Phoenix y el DJ Kavinsky interpretando a “Nightcall”, y minutos después, la del grupo Air con su himno ‘Playground Love’ han hecho viajar a muchos hasta su adolescencia. Aunque sin duda, la parte que todos estaban esperando tras semanas de rumores, y que ha llegado deslizándose por un cable desde lo más alto del estadio de Francia, al más puro estilo ‘Misión Imposible’ ha sido Tom Cruise. Quizás, Cruise tenía la misión (casi imposible) de salvar una ceremonia que a muchos no les acabó de convencer: “Pones esta música en una fiesta en casa y en una hora todo el mundo se ha dormido en el sofá”, se podía leer en redes.
Tras Cruise, una decepcionante actuación para los fans de los Red Hot Chilli Peppers, Snoop Dogg y Billie Eilish, quienes esperaban sus shows en directo desde París.
Voluntarios y deportista (por fin) protagonistas
El olimpismo como tema principal de la ceremonia se ha demostrado hasta el final, dando lugar a los principales protagonistas de estos Juegos Olímpicos de París 2024: deportistas y voluntarios. Lo que no se vio en la ceremonia de apertura, lo hemos visto en la de clausura, donde las delegaciones han desfilado por el Stade de France devolviéndoles el protagonismo.
Otros de los grandes protagonistas del espectáculo han sido los voluntarios. Cerca de 45.000 ayudantes procedentes de más de cien países distintos han hecho posibles estos Juegos Olímpicos, presentes en estadios, fan zones o distribuidos por las calles de París para ayudar a deportistas, aficionados y staff.
Karen Bass, la primera alcaldesa negra en recibir la bandera olímpica
Este domingo, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, entregó el estandarte olímpico a su homóloga de Los Ángeles durante la ceremonia de clausura de los Juegos. Un momento que va más allá de un gesto, un símbolo en la historia de los Juegos. La primera alcaldesa de París francoespañola ofreciendo la bandera olímpica a la primera alcaldesa negra de Los Ángeles.
En un tweet publicado por la alcaldesa de Los Ángeles, Bass afirmó: “Es prioritario que durante los Juegos de 2028 mostremos todos los rincones de Los Ángeles, no sólo nuestros populares destinos turísticos, sino también la increíble riqueza de las comunidades culturales de toda nuestra ciudad. Juntos, nos aseguraremos de que todos los angelinos se beneficien de los Juegos durante las próximas décadas”. Un mensaje, en el que deja claro que los próximos olímpicos continuarán con el histórico legado que han dejado París; convertir las ciudades olímpicas en estadios al aire libre, ecosostenibles y ecoresponsables, para dejar atrás las megaconstrucciones.
Ahora sí, París dice ‘au revoir’ a sus Juegos Olímpicos y Estados Unidos coge el relevo para llevárselo a Los Ángeles, sede de los próximos Juegos Olímpicos de 2028.