Vienen de Nápoles a España para robar relojes de lujo. Son grupos conocidos como paranza en su país. Solo roban piezas de coleccionista, valoradas en un mínimo de 30.000 euros, y lo hacen siempre con una planificación cuidadosa, un rápido golpe de muñeca sobre la víctima y una fuga vertiginosa, casi siempre en moto. Cada grupo de ladrones napolitanos, cada paranza, tiene además una estructura de colaboradores, en la que cada vez participan más mujeres.

Fuente