La sequía afecta en muchos ámbitos, pero también en la presencia de mosquitos. Resulta que para que eclosionen sus huevos necesitan agua, por lo que sin lluvias, no hay mosquitos. Sin embargo, en los domicilios sí que hay. Y los pequeños charcos que se forman en macetas o platos por el riego de plantas, constituyen «el 80 % de los lugares en los que aparece el mosquito tigre». También están presentes las garrapatas (Ixodoidea) y las pulgas (Siphonaptera), que cada vez se ven más por la falta de desparasitación de las mascotas y aumento de las poblaciones silvestres. Asimismo, todas pueden contagiar algunas enfermedades graves para las personas.
Las garrapatas necesitan un huésped para moverse
Todos los aumentos de la temperatura provocan que haya más insectos. Y es cuando aparecen las plagas, fruto del idóneo caldo de cultivo. Ricardo Acosta, biólogo de Lokimica, explica que «el caso del aumento de las garrapatas además de al calor, se da porque hay más animales que las transportan«. Son unos insectos que necesitan un huésped, se enganchan en un cuerpo y sueltan huevos a su paso. Entonces el creciente número de especies salvajes como el jabalí y los conejos, que entran en contacto con zonas de actividad humana o de paseo, expanden y ayudan a la proliferación de los parásitos.
Acosta matiza que el camino a atajar no es solo a través de pesticidas. «La labor que tenemos en Lokimica debe ser el último paso, antes hay que controlar a las especies que transportan a las garrapatas y la carga que tienen; después es cuando toca fumigar. Esta herramienta tiene eficacia para un tiempo limitado«. Además, señala que es responsabilidad de cada dueño que las mascotas estén sanas y limpias de plagas, porque «luego van y se quejan a los ayuntamientos».
Riesgos de las poblaciones silvestres
Una de las soluciones para controlar las poblaciones de animales silvestres pasa por su caza. «Algunos ayuntamientos lo hacen para combatir la expansión de plagas», comenta el biólogo. No solo suponen un problema por el movimiento de parásitos de un lugar al otro, también pueden ser peligrosos para las personas. Cuando tienen crías, el instinto de defensa puede llevar a abalanzarse sobre una persona. Además, un impacto de un vehículo con un jabalí suele ser fatal para ambos, tanto para el animal como para el coche o la moto.
Sin lluvias, no hay mosquitos
El caso de los mosquitos es diferente. En ellos inciden de manera combinada el calor y las lluvias. Sin embargo, por relativa suerte, a causa la falta de lluvias no eclosionan sus huevos y no prolifera este tipo de dípteros. «Hay especies que ponen los huevos sobre el agua (como los culex) por lo que no pueden empezar su ciclo hasta que haya agua. El mosquito tigre (aedes albopictus) pone los huevos en el barro antes de que se inunde, pero este año está la posibilidad de que haya menos generaciones que otros años», detalla Acosta. El actual año hidrológico (desde octubre) es el segundo más seco del siglo. Así, se encuentran huevas de mosquito en ocho de cada diez jardines domésticos.
Para combatir la proliferación de plagas y afección en las personas, Lokimica recomienda que para los mosquitos no se queden aguas estancadas durante más de 6 días, revisar periódicamente desagües y canaletas, vaciar piscinas hinchables o mantener limpias y desinfectadas con cloro las fuentes ornamentales o las piscinas. Las garrapatas no aparecen por arte de magia, cuando más se detectan son tras los paseos, por ello la empresa también señala que «el uso de pesticidas es aconsejable«, además de limpiar y observar el cuerpo que haya podido quedar expuesto por si se ha subido alguna. Y «a la hora de extraer las que se hayan enganchado, hay que tener cuidado con su cabeza, y seguir indicaciones para que no exploten».
Lokimica además de fumigaciones en lugares comunes y en el exterior, imparte campañas de concienciación para luchas contra las plagas desde la acción ciudadana. «Este año ya hemos hecho 40 charlas con la Diputació de Castelló, y el lema que tenemos es: NO HAY AGUA=NO HAY MOSQUITOS«, comenta Acosta.
Posible contagio de enfermedades
Lo preocupante del aumento explosivo de la población de garrapatas es más por las enfermedades que pueden contagiar que en sí el volumen. La enfermedad de Lyme o la fiebre hemorrágica Crimea-Congo están en auge por la picadura del insecto. De la segunda patología en 2024 se han detectado dos casos en España, y en los últimos diez años, 15, de los cuales 6 han muerto. Por su parte, los mosquitos, contagian el dengue, el chikunguya o zika; y los Culex pipiens y Culex modestus, son potenciales transmisores del virus de la Fiebre del Nilo Occidental. Para prevenir y reducir las poblaciones de los dípteros se recomienda reducir la presencia de agua estancada.
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