El Misteri d’Elx inició su vuelo en la noche del domingo, rodeado de una gran expectación, ilusión y fervor. Las caras de felicidad, los reencuentros, las fotos con el móvil junto a algunos cantores y escolanos, los abrazos, los besos y el intercambio de los mejores deseos decoraban, entre la Casa de la Festa y la ermita de San Sebastián, los minutos previos a la tradicional salida de la procesión de la Virgen María y su cortejo hacia la basílica de Santa María, situada a unas decenas de metros.

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