Apagarse cigarrillos. Golpearse contra la pared o darse bofetadas. O hacerse cortes en antebrazos o cara interna de los muslos. Las autolesiones han irrumpido en las sociedades actuales, especialmente entre preadolescentes y jóvenes, como un mecanismo para autorregular las emociones, sentir alivio ante un problema, llamar la atención o mostrar un malestar mental. Es un trastorno que ha ido a más en los últimos años y que ahora alcanza al 25% de las generaciones más jóvenes en todo el mundo.

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