Siete de cada 10 personas jóvenes que trabajan en España (70,4%) siguen viviendo en el hogar familiar. Ni siquiera un sueldo les permite el acceso a una vivienda, lo que tiene sentido si se tiene en cuenta que el precio del alquiler en 2023 fue el más alto de la historia: unos 968 euros de media por un piso al mes. La precariedad laboral tampoco ayuda.

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