La investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat abre un nuevo ciclo político, pero también deja dos importantes asuntos por resolver para la Moncloa. El concierto económico en Catalunya pactado por el PSC con ERC ha tensado las costuras del PSOE, con buena parte de sus líderes territoriales cargando contra una fórmula que implica la salida de la comunidad del régimen común de financiación, y mientras tanto Junts ha dejado claro que habrá cambios en su relación con el Gobierno en el Congreso de los Diputados. Los colaboradores de Pedro Sánchez se muestran tranquilos sobre el malestar en las filas socialistas, que aseguran que se irá disipando conforme se conozcan más detalles y se interiorice la trascendencia que tiene la investidura del exministro de Sanidad. Con los posconvergentes, en cambio, albergan más dudas. 

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