Vecinos y comerciantes de la calle Jerónimo Muñoz, en el barrio de la Raiosa, están cansados de llamar a la policía y presentar denuncias en el Ayuntamiento de València por los problemas de peleas, botellón, suciedad y ruido que soportan desde hace meses por parte de la clientela, la mayoría personas de origen subsahariano que subsisten como aparcacoches en el entorno de la Jefatura de Tráfico, de un bar a cuyas puertas se concentran casi a diario y hasta altas horas de la noche.

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