Casi como si fuera un 1.500, con un esprint apasionante en los metros finales, Sifan Hassan levantó en los Inválidos el estandarte que le corona en estos Juegos Olímpicos como la fondista total. Bronce en el 5.000 el lunes, de nuevo bronce en el 10.000 entradísimas ya la noche del viernes, la atleta de Países Bajos se ha llevado este domingo por la mañana el maratón femenino, la prueba que cerraba el programa del atletismo en los Juegos Olímpicos de París.
Un hito extraordinario, con récord olímpico incluido (2:22:55), resuelto en un descomunal esprint final contra la plusmarquista mundial y máxima favorita, la etíope Tigst Assefa, resignada ante el poderío del último ‘rush’ de una atleta que apunta al cielo, pues este es el tercer maratón que gana de los cuatro que ha disputado. Tiempo suficiente para ganar el oro en París y anotarse el récord olímpico, hitos que acompaña al de ser la segunda mujer más rápida de la historia en esta disciplina, solo por detrás, precisamente, de Assefa. Y solo tiene 31 años.
Las rampas del circuito
El maratón de estos Juegos había sido definido como una «barbaridad» por Yago Rojo, el atleta español que 24 horas antes había corrido la prueba masculina. Pretendía homenajear la organización la marcha de mujeres a Versalles de la Revolución Francesa, un hito icónico en la historia del país, y el peaje para corredores y corredoras fue encontrarse con dos tramos de rampas durísimas, subida constante entre el 15 y el 21 y una cuesta de 500 metros al 12% poco antes del 30, con algún tramo alcanzando el 18%. Más propio del Tour que de una maratón.
Sifan Hassan entró en meta por delante de Assefa. / Vadim Ghirda / AP
Era además la primera vez, desde su inclusión en el programa olímpico, en Los Ángeles 84, en que era el maratón femenino y no el masculino el que cerrara el atletismo en el domingo de clausura. «Queremos invertir el orden de las pruebas con la ambición de conseguir más equilibrio de género y llevar a las mujeres al frente por primera vez», dejó dicho Tony Estanguet, el presidente del comité de organizador de unos Juegos que llegan a su fin.
Una carrera muy exigente
La de las mujeres fue una carrera eminentemente táctica, de control de esfuerzos, como demostró en primera persona Hassan, quien llegó a estar incluso descolgada en algún tramo de la primera mitad de la carrera. Una regulación de energías que, seguramente, le permitió gozar de ese pequeño extra de energía final para acabar imponiéndose en la meta.
La carrera no se llegó a romper mínimamente hasta pasados los 30 y esa rampa infernal que a tantas descolgó. Con las etíopes Assefa y Shankule apretando las clavijas del resto, el grupo de cabeza quedó reducido a ellas dos, las dos kenianas (Obiri, que se quedó con el bronce y Lokedi) y una Hassan que pareció tener dificultades para engancharse. Por el camino se quedó la campeona olímpica y plusmarquista mundial en maratones de solo mujeres, Peres Jepchirchir. La keniana acabó desfondada, entrando en 15ª posición.
El maratón femenino cerró el atletismo en los Juegos Olímpicos de París. / CHRISTIAN BRUNA / EFE
Las cinco mejores se mantuvieron agrupadas durante los 10 kilómetros finales. Shankule fue la primera en quedarse, después lo hizo Lokedi y a falta de menos de un kilómetro Assefa trató de dar el hachazo definitivo hacia el oro. Sin embargo, Hassan, siempre a cola del grupo de cabeza, tenía guardado un cambio más y lo activó con violencia, chocando incluso con la plusmarquista mundial para el camino, para acabar entrando en solitario en la meta de los Inválidos, coronada como la fondista total de estos Juegos.
Maayouf, mejor española
Con respecto a las españolas, la mejor colocada fue Majida Maayouf, que fue de menos a más tras estar en el grupo de cabeza durante más de dos tercios de la carrera y acabó la 17ª (2:28:35). Meritxell Soler llegó la 25ª a meta (2:29:56) y Esther Navarrete fue la 42ª (2:32:07), completando una buena actuación de la delegación española, a la que no se le podía pedir mucho más en esta maratón.
