Esperas que puede llegar a ser de más de una hora y retrasos en la atención de enfermos con patologías en las que cada minuto cuenta. Esto es lo que denuncian está pasando en el Hospital de Montecelo (Pontevedra) tras la nueva norma que obliga al personal de Emergencias Sanitarias de las Unidades de Soporte Vital Básico (USVB) a esperar con los pacientes hasta que pasan el triaje.

La directriz, dicen, parte de la dirección del Servicio de Urgencias del CHOP o de la Gerencia, y, según relata el representante de la FGAMT-CIG Xavier Aboi, supone una “espera innecesaria” y “mantiene una ambulancia ocupada e inoperativa” durante un tiempo indeterminado, dado que los técnicos han de estar con el paciente entre 15 minutos y más de una hora.

En ocasiones, añade, “se detienen varias ambulancias al mismo tiempo por este motivo”, un problema que adquiere más gravedad, si cabe, teniendo en cuenta el aumento poblacional de la zona en estas fechas.  

Aboi advierte de que en un momento en el que la población aumenta hasta triplicarse «no se puede permitir que los vehículos de Emergencias, cada vez más saturados y demandados, sean detenidos en el hospital por normas absurdas y sin ningún tipo de criterio».

La directriz, explica, supone que “todos los casos en los que un paciente solicita un vehículo de Emergencia Médica tienen que esperar a que la ambulancia sea liberada en el hospital”. En patologías tiempo dependientes como infartos, ictus, paradas cardiorrespiratorias o accidentes), si estas unidades de Apoyo Vital no llegan a tiempo para una atención sanitaria de calidad, se produce “una repercusión muy negativa en la salud del paciente».

La FGAMT-CIG y el personal de emergencias sanitarias denuncian que la dirección del 061 «conoce estas prácticas y no hace absolutamente nada para cambiar esta situación, más cuando el Centro de Coordinación tiene competencia para gestionar los recursos de Emergencias”. Sin embargo, lamentan, «mira para otro lado en lugar de intentar cambiar esta situación».

A esto añaden que el centro de coordinación 061 también “es consciente”, pero “se esconde y lo que hace es presionar al personal técnico (TES), creando un clima de tensión que afecta a los riesgos psicosociales de los profesionales del servicio”.

Por todo ello, la CIG ya ha avanzado que solicitará una reunión con la dirección del EOXI y del Servicio de Urgencias del Área de Salud de Pontevedra-Salnés, así como con la dirección del 061, para exigir que se cambie esta práctica y se realice la atención como en otras áreas sanitarias, donde cuando la ambulancia llega al hospital deja al paciente y asume su atención el propio servicio de Urgencias del hospital, de maniera que la USVB queda operativa rápidamente.  

El SERGAS defiende la medida

Desde el Servicio de Salud gallego, no obstante, niegan que haya un nuevo protocolo y defienden que lo que se ha hecho es colocar una nota para evitar apelotonamientos y garantizar la intimidad en el triaje.

El objetivo, han dicho en declaraciones al medio gallego ‘La Voz de Galicia”, es ordenar el acceso a un espacio que es reducido y evitar que en momentos de picos de atención se convierta “en una feria”.

“Como el triaje de urgencias está a la entrada, los pacientes se pegan a la cortina y se incumple el derecho a la intimidad de todo paciente”, aclaran, respecto a la nota.

Sobre las ambulancias, apuntan, cuando van con médico o enfermero no pasan la cola. “El problema surge cuando llegan enfermos en ambulancias de soporte vital básico (SVB) que tienen que esperar para el triaje, al no ser casos graves y que se catalogan con color verde o azul”. Y zanjan: “las ambulancias que envía el 061 ya se escapan a nuestras competencias”.

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