El trabajo de Aldeas Infantiles SOS

“En España, más de 50.000 niños crecen en el sistema de protección a la infancia. ¿Cómo proteger a los más vulnerables? ¿Cómo enseñarles a construir un proyecto de vida?” Así introduce la periodista Andrea Ropero la pieza audiovisual de la campaña “Tenemos Mucho Que Decir”.

En Aldeas Infantiles SOS, el proceso de transición hacia la vida adulta comienza en la adolescencia, a partir de los 14 años, fomentando la autonomía en todas las áreas de sus vidas, como las tareas del hogar, los estudios o la gestión del tiempo y del dinero. El objetivo es proporcionar orientación vocacional en un momento clave en el que los chicos y chicas empiezan a plantearse sus alternativas de futuro. La organización ofrece apoyo en este proceso, a través de la figura de un técnico del Servicio de Empleo.

Se llevan a cabo talleres de formación en áreas como cocina y gestión del dinero, para que adquieran competencias y se familiaricen con situaciones cotidianas.

Es fundamental escuchar a los chicos y chicas. En esa escucha se crea un vínculo, según Jorge Fernández del Valle, Catedrático de Psicología de la Universidad de Oviedo, experto en acogimiento. Remarca que “el 80% del acogimiento residencial son adolescentes, con condiciones muy adversas y situaciones emocionales delicadas. La confianza en los adultos no es fácil, por lo que es esencial contar con profesionales capacitados para recibir a personas que no han pedido ni querido estar en una residencia”.

Aldeas Infantiles SOS intensifica la preparación a los 17 años. En ese momento, comienzan a desarrollar su proyecto de vida. Juan José Cerviño, Director del Programa de Jóvenes de Aldeas Infantiles SOS en Madrid, explica que “el programa ayuda a completar la formación, encontrar una salida profesional y desarrollar una estabilidad emocional, fundamental para su futuro”.

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