El español Ayoub Ghadfa cayó en la final de +92 kilogramos ante el uzbeko Bahodir Jalolov por decisión unánime y se tuvo que conformar con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos.
Ayoub Ghadfa tenía ante sí la oportunidad de convertirse en el primer boxeador español en conseguir una medalla de oro olímpica en la historia. Sin embargo, el último escollo en su camino hacia la presea dorada era el gigante uzbeko Bakhodir Jalolov, vigente campeón tras hacerse con el oro en los Juegos Olímpicos de Tokio celebrados en 2021. Un muro que el marbellí no ha conseguido tumbar: el uzbeko ha reeditado el título por decisión unánime.
Ghadfa ha peleado en un escenario de lujo: el estadio Roland-Garros que tantas alegrías ha dado al deporte español y donde el púgil marbellí consiguió el pase a la final tras derrotar al francés Djamili-Dini Abodou por decisión unánime de los jueces.
Sin embargo, el marbellí vuelve a España con una medalla muy meritoria tras la lograda por otro boxeador español, Emmanuel Reyes, que consiguió la medalla de bronce en la categoría de -92kg.
Los otros boxeadores españoles que han conseguido volver de unos Juegos Olímpicos con una medalla colgada del cuello han sido Enrique Rodríguez (bronce en Múnich 1972, peso minimosca), Rafa Lozano (bronce en Atlanta 1996 y plata en Sidney 2000, ambas en peso minimosca) y Faustino Reyes (plata en Barcelona 1992, peso mosca).
Dos cuentas de protección
Se le sigue resistiendo a España el oro olímpico en boxeo, una meta que nunca no ha logrado, aunque en París pudo romper una racha de 24 años sin ninguna presea, tras la plata en Sídney 2000 de Rafa Lozano, que igualó su pupilo este sábado en Roland Garros.
Una pelea en la Philippe-Chatrier en la que Ayoub se enfrentaba al reto más difícil de los Juegos, un Jalolov imponente sobre el cuadrilátero y con un recto de derecha que el español intentó evitar a toda costa, pero en cuanto se le pasó la frescura de piernas para salirse de la distancia, le llegaron dos manos de poder.
Dos cuentas de protección, a falta de diez segundos para el final del primer round y otra tras el sonido de la campana que hicieron que a Ayoub le flaqueasen las piernas, rozando la caída. No cayó, pero sí sus opciones de ganar el oro. Un claro 5-0, además con uno de los jueces dándole solo ocho puntos al español por los diez al uzbeko.
El minuto de descanso le sirvió a Ayoub para reponer fuerzas, pero no encontró la forma de hacer daño a Jalolov más allá de las manos rectas al cuerpo que, sin embargo, no mellaron en el físico del uzbeko.
Cayó Ayoub también en el segundo asalto de forma clara y en el último, ya con la pelea perdida, fue hacia delante, pero no asumió riesgos innecesarios en un combate que se le escapó en el primer asalto.
Eso sí, el marbellí se va de París con una medalla de plata al cuello y como el mejor boxeador de la expedición de seis púgiles clasificados para los Juegos Olímpicos.
Ayoub sufrió bullying
Ayoub no tuvo una infancia fácil. Sufrió bullying en el colegio: muchos de sus compañeros por aquel entonces se metían con el medallista olímpico por su físico y sus raíces, ya que su familia emigró desde Marruecos hasta Málaga en busca de una vida mejor. Por ello Ghadfa decidió, en un primer momento, apuntarse a kickboxing… y el resto es ya historia.
Ghadfa rememoró el duro camino atravesado para llegar al podio olímpico después de años sufriendo acoso escolar y luchando contra el racismo: «Motivo a todos los chavales, a los que sufren, a los que no sufren… a que luchen por sus sueños. Que nadie les pare, que simplemente es uno contra sí mismo. Que vayan a por todas y que los sueños se cumplen», dijo en la Ser.
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