Seis semifinalistas y una sola finalista, Antía Jácome. La jornada, a eso de media mañana, cuando el sol ya azotaba inclemente en el canal de Vaires-sur-Marne, ya tendía irremediablemente hacia el pesimismo. Unas sensaciones confirmadas cuando la palista gallega, en la última prueba del piragüismo en estos Juegos Olímpicos quedó cuarta en la final del C1 200 metros. No, no iba a haber una nueva medalla para del deporte rey del olimpismo español, atascado en tres bronces, el de Pau Echániz en K1 eslalon, el de Saúl Craviotto, Marcus Cooper, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade en el K4 500 y el de Joan Antoni Moreno y Diego Domínguez en el C2 500.
Un balance consistente en lo cuantitativo, pero algo decepcionante en lo cuantitativo, pues es la primera vez desde Sídney 2000 que el piragüismo español se marcha de una cita olímpica sin sumar un oro o una plata. Tres terceras posiciones que, en todo caso, refuerzan la pujanza de este deporte como uno de los estandartes de la delegación española.
En aguas abiertas, el jueves arrancaron las finales con la doble alegría, en media hora, de bronce. El viernes, sin embargo, el medallero no se engordó, después de una ‘photo finish’ que relegó al K2 500 de Marcus Cooper y Adrián del Río a la cuarta plaza. Y este sábado, en la última jornada que acogía el canal de Vaires-sur-Marne en estos Juegos, el cuarto puesto fue el límite de nuevo.
Cinco eliminados en ‘semis’
Lo consiguió Antía Jácome, la palista gallega que aspiraba a las medallas tras sumar la plata en los dos últimos campeonatos del mundo. Ella fue la única que consiguió superar el corte de las semifinales, en el que encallaron María Corbera (también en C1 200), Estefanía Fernández, Begoña Lazkano (ambas en K1 500), Francisco Cubelos y Adrián del Río (los dos en K1 1000).
En la prueba que cerraba la jornada, partiendo por la calle 2, se quedó a menos de medio segundo de la medalla. Una salida algo menos potente que la de sus rivales le condenó a una remontada que era muy difícil, dado que la prueba es solo de 200 metros. Se quedó con la ‘medalla de chocolate’, el séptimo cuarto puesto de España en París, tras los de Enrique Llopis (atletismo), Carolina Marín (bádminton), Albert Torres (ómnium), Jordi Xammar y Nora Brugmann (vela), Mar Molné (tiro) y las selecciones masculina de hockey y femenina de fútbol. Y todo ello sin sumar las repescas perdidas en judo (4) y taekwondo (2), deportes que reparten dos bronces.
El piragüismo, en todo caso, sale de estos Juegos convertido en el deporte que más medallas le ha reportado a España en toda su historia olímpica. Son ya 23 preseas (19 en aguas tranquilas y 4 en bravas), lo que permite superar a la vela (22), que en París solo ha incorporado el oro de Diego Botín y Florian Trittel en la categoría 49er.
Leyenda Carrington
Fuera del foco español, la de este sábado fue una jornada histórica para el piragüismo mundial. El hito lo marcó la neozelandesa Lisa Carrington, que sale de París convertida en una de las mayores leyendas de la historia de los Juegos Olímpicos, campeona del K1 500, el K2 500 y el K4 500.
Carrington ha ganado este sábado su tercer oro en París, la del K1, con lo que eleva su cosecha histórica a ocho. Entre las mujeres, solo Katie Ledecky y Larisa Latynina han conseguido más títulos olímpicos (9), situando a Carrington a la altura de la gimnasta Simone Biles, la jinete Isabell Werth (que también lo ha logrado en París) y la hasta ahora indiscutible emperadora del piragüismo, la alemana Birgit Fischer.