El fuerte seísmo de magnitud 7,1 de este jueves dejó al menos trece heridos en el sudoeste de Japón, mientras que se siguen evaluando daños personales y materiales y las autoridades han alertado sobre fuertes réplicas.
Según la Jefatura de Gestión de Desastres del Ministerio del Interior y Comunicaciones, hasta las 8:30 de hoy (23:30 del jueves GMT), un total de 13 personas resultaron heridas en las prefecturas de Miyazaki, Kagoshima y Kumamoto por caídas o golpes de objetos debido al terremoto. Por prefecturas, Miyazaki encabeza en número de heridos, con cinco. En esta zona, en la ciudad de Nichinan, también se desprendió el techo de un gimnasio, que estaba designado como refugio de evacuación y que debe permanecer cerrado.
El seísmo tuvo lugar este jueves a las 16:43 hora local (7:43 GMT) a una profundidad de 30 kilómetros en el mar de Hyuga, frente a las costas de la prefectura de Miyazaki, en la isla meridional de Kyushu, según detalles de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), que activó una alerta de tsunami de hasta un metro en zonas cercanas al epicentro.
Las primeras olas del tsunami se detectaron a las 17:01 (8:01 GMT) en el puerto de la ciudad de Nichinan, frente al epicentro, donde alcanzó los 20 centímetros, llegando a tocar posteriormente los 40 cm en el puerto de Aburatsu, en la misma ciudad.
El tsunami de mayor altitud, medio metro, se observó en el puerto de Miyazaki y otros de 30 cm se registraron en la ciudad de Tosashimizu, prefectura de Kochi, en la isla vecina de Shikoku; en el puerto de Shibushi, en Kagoshima (Kyushu) y en la ciudad de Minamiosumi, de la misma provincia, entre otras localizaciones, sin que por el momento se haya informado de daños por el fenómeno.
En cuanto a daños materiales relacionados con el terremoto, en la cercana prefectura de Kagoshima algunas casas han colapsado, mientras que en Miyazaki, también en Nichinan, una roca se desprendió y llegó rodando hasta la carretera, aunque quedó por detrás del guardarraíles.
En respuesta al terremoto, la compañía ferroviaria JR Central anunció que reducirá la velocidad de sus trenes en la línea de tren bala Tokaido entre Mishima y Mikawa, donde todavía se esperan seísmos de una magnitud cercana a 7 en la próxima semana. Los operadores de centrales nucleares en la región informaron de que no se detectaron anomalías ni daños en los reactores de las centrales de Sendai, en Kagoshima, e Ikata, en Ehime.
Los expertos están advirtiendo de posibles réplicas en los próximos días y JMA ha advertido de que el terremoto de este jueves parece estar relacionado con un futuro seísmo de mayor magnitud en la fosa de Nankai, uno de los puntos de mayor actividad sísmica del mundo y donde predicen que habrá un fuerte seísmo en las próximas décadas. La entidad ha pedido que se extremen las precauciones y se tomen medidas de prevención de desastres, dado que consideran que la posibilidad de que se produzca un seísmo a gran escala con epicentro en esa fosa, que abarca desde el área de Kanto, donde se ubica Tokio, hasta Kyushu, es relativamente mayor que de costumbre, la primera vez que realiza un aviso de estas características.
El temblor se produce también días antes de que comience el período vacacional de Obon, celebrado entre el 13 y 16 de julio y que los japoneses celebran en conmemoración de sus ancestros fallecidos.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.