Las bolsas japonesas dieron un importante susto a los mercados este lunes. A los temores sobre la economía estadounidense se sumaron el fortalecimiento del yen y el consiguiente desplome del Nikkei en el ya conocido ‘Lunes negro’, generando un efecto dominó en el resto de bolsas mundiales. Si bien el selectivo nipón parece haberse recuperado desde entonces, no todo el mundo es optimista con las perspectivas de la renta variable japonesa.

«Tras el cortocircuito del lunes, los alcistas han vuelto a resurgir en el Nikkei 225 durante los últimos días, intentando empujar el índice de nuevo por encima de la marca de 35.000 puntos. A pesar de esto, creo firmemente que las acciones japonesas siguen una trayectoria bajista«, explica Dilin Wu, estratega de investigación de Pepperstone.

Según esta experta, existe la «creencia predominante» de que el ajuste monetario del Banco de Japón (BoJ) persistirá y que la Reserva Federal (Fed) necesitará recortar los tipos de interés «pronto» para «salvar al mercado». «Con fuertes expectativas de un estrechamiento del diferencial de tasas de interés entre EEUU y Japón, el yen se está apreciando, lo que está ejerciendo una presión a la baja sobre las acciones japonesas como un peso pesado en un sube y baja«.

De igual modo, Wu señala que, si bien los salarios reales de junio en Japón aumentaron un 1,1% interanual, lo que impulsó «momentáneamente» la confianza de consumidores y operadores, esto se trata de un «efecto de corto plazo». «A menos que los datos económicos muestren una mejora sostenida, la fortaleza del yen seguirá siendo un factor negativo importante para el Nikkei», agrega.

Asimismo, esta analista destaca que, aunque el VIX (índice de volatilidad) del Nikkei ha caído desde el nivel «extremo» del lunes del 70% al 50%, la volatilidad sigue siendo «excesivamente alta». Durante el último año, relata Wu, el VIX «ha oscilado normalmente entre el 16% y el 23%», entre dos y tres veces menos que los niveles actuales.

Una alta volatilidad, apunta, significa que pueden producirse oscilaciones de precios sin ninguna noticia significativa y, por lo tanto, «es probable que estas fluctuaciones intradía carezcan de sostenibilidad, lo que dificulta determinar una dirección clara para las operaciones». «Si bien la perspectiva bajista sobre las acciones japonesas me parece bastante clara, por ahora estoy posponiendo el aumento de mis posiciones», recalca.

No obstante, otros analistas como Rania Gule, de XS.com, se muestran más escépticos con la posibilidad de que la Fed haga algún movimiento extraordinario. «Desde mi punto de vista, las expectativas de recortes de los tipos de interés entre reuniones pueden ser exageradas y poco realistas. Tales recortes suelen reservarse para casos de emergencia, como la crisis de la Covid-19, y con una tasa de desempleo del 4,3%, no parece que actualmente se justifique una respuesta de emergencia», señala. Cabe destacar que los datos de la herramienta FedWatch de CME dan una probabilidad de casi el 100% a un recorte de 25 o 50 puntos básicos en septiembre.

UN GIGANTESCO ‘CARRY TRADE’

Como decimos, el repunte del yen al principio de semana fue uno de los factores que provocaron un desajuste en el mercado debido al cierre masivo de posiciones de ‘carry trade’ tomadas en yenes. Esta operación es una estrategia en la que los operadores piden prestado en una divisa de bajo rendimiento para comprar activos de mayor rendimiento en otras divisas y embolsarse el diferencial de tipos de interés, o ‘carry’, como beneficio.

Por su propia naturaleza, el ‘carry trade’ es fundamentalmente una operación de baja volatilidad, ya que una mayor volatilidad aumenta el potencial de que un movimiento adverso del mercado al contado elimine cualquier ‘carry’ ganado, y potencialmente más. Sin embargo, la subida de la divisa nipona hizo que estos activos comprados en yenes ofrecieran menos ganancias o incluso pérdidas, lo que provocó la consiguiente venta y el desplome del mercado de renta variable.

«Aunque no tengo datos precisos a mano, mis años de experiencia en el espacio de divisas me llevan a afirmar con confianza que este es uno de los ‘carry trades’ más grandes que he visto. La acción nerviosa del precio del yen sugiere que, a pesar de las reducciones significativas, una porción considerable de la caída del USD/JPY aún se cierne sobre el mercado«, afirma Stephen Innes, socio gerente de SPI Asset Management.

Según este estratega, la posición de inversión internacional neta de Japón, excluyendo a los bancos, indica que los inversores nacionales han invertido alrededor de 3,5 billones de dólares en acciones y bonos extranjeros financiados a través del yen. Una cantidad, subraya, «absolutamente desorbitada». Y, sin embargo, agrega Innes, las estimaciones sugieren que «todavía es necesario desmantelar entre un 35% a 40%» de esta suma.

«El yen japonés podría verse expuesto a la volatilidad mientras los operadores reaccionan a la evolución del mercado. El yen podría verse presionado si el Banco de Japón adopta una postura más cautelosa en lo que respecta a su política monetaria tras la venta masiva del mercado a principios de esta semana», explica George Khoury, director global de investigación de CFI, al tiempo que destaca que el «cambio de tono» del banco central nipón podría introducir «cierta incertidumbre» en el mercado.

En este sentido, el vicegobernador del organismo, Shinichi Uchida, comentó que el Banco de Japón no aumentará las tasas de interés «cuando los mercados financieros sean inestables». Estas declaraciones, explica Gule, afectan indirectamente a la volatilidad de los mercados bursátiles mundiales, pues se han traducido en un «notable» debilitamiento del yen frente al dólar. «Podría seguir afectando a los rendimientos de los bonos del Tesoro japonés, que podrían seguir cayendo si el Banco de Japón mantiene un tono pesimista. En este sentido, los operadores podrían seguir atentos a cualquier pista sobre futuros cambios de tipos», subraya Khoury.

Por su parte, Innes, cree que las declaraciones de Uchida «probablemente» han dado un respiro «muy necesario» al mercado, ayudando a muchos inversores «a salir de posiciones precarias». «Creo que el Banco de Japón se abstendrá de subir las tasas de interés indefinidamente mientras continúa la limpieza, si es que lo hace. Esta pausa probablemente hará que el movimiento del USD/JPY sea aún más sensible a los cambios en el panorama de las tasas de interés de EEUU tangencialmente a medida que se desgasta la pata de financiación del yen», concluye.

Fuente