Los ricos también lloran
El año pasado, por estas fechas, inciamos una serie canicular dedicada a repasar los matrimonios de los famosos. Sus bodas secretas, las más extravagantes o polémicas, aquellas que se produjeron en un visto y no visto, e incluso las más romanticonas o de cine. Pero como no hay cara sin su reverso, este verano queremos recuperar aquella idea de que ‘Los ricos también lloran’, que además de ser nombre de culebrón mexicano viejuno también esconde cierta querencia popular en regodearse con las desgracias ajenas, en especial de los famosos con grandes fortunas.
El primer episodio se lo dedicamos a los que, además de la pareja, casi se dejan un riñón, o muchos ceros de sus abultadísimas cuentas bancarias en sus respectivos procesos de divorcio. El común de los mortales nos quedamos más tranquilos sabiendo que ni la pasta gansa compra el amor ni la felicidad (ni la salud) y que no todos los matrimonios aguantan «hasta que la muerte los separe». Un último consejo antes de entrar en harina, no se les ocurra firmar un acuerdo prenupcial en una servilleta, como hizo el director Steven Spielberg con su primera mujer, Amy Irving: la broma le costó (divorcio mediante) unos 173 millones de euros ajustados a la inflación.
Bill Gates y Melinda French
El famoso multimillonario y filántropo Bill Gates (68) y Melinda French (59) se conocieron cuando ella entró a trabajar en 1987 en Microsoft, la empresa que él había cofundado en 1975 junto a su amigo Paul Allen. Se casaron siete años después y se convirtieron en padres de tres hijos (Jennifer, Rory y Phoebe). Sin embargo, en mayo de 2021 anunciaron su divorcio y, con él, tuvieron que repartirse los bienes que adquirieron durante 27 años de casados (34 como pareja). Un imperio de 146.000 millones a dividir: varias sociedades, una fundación y al menos dos mansiones…
El ‘Wall Street Journal’ informó de que Melinda se había estado reuniendo con abogados matrimoniales desde 2019, tras conocer los vínculos de Bill con el magnate pedófilo Jeffrey Epstein. Actualmente, Bill Gates sigue siendo la sexta mayor fortuna del mundo.
Jeff Bezos y MacKenzie Scott
El divorcio de Jeff Bezos (60) y MacKenzie Scott (54) ocupa el segundo puesto en el ránking de separaciones costosas. El dueño de Amazon y su exesposa se divorciaron en 2019, después de 26 años de matrimonio. Firmaron un acuerdo de divorcio de 35.000 millones de euros y esto convirtió a la escritora y filántropa en la quinta mujer más rica del mundo, pues también consiguió la propiedad del 4% de Amazon. Scott se comprometió a donar al menos la mitad de esa riqueza a caridad por medio de la iniciativa The Giving Pledge (en marzo, Scott concedió 591 millones a 361 organizaciones que habían solicitado financiación).
Ambos, que son padres de cuatro hijos, se habían conocido en 1992 ya que coincidieron en el mismo trabajo antes de la fundación del gigante del comercio electrónico, dos años después. Bezos, que desde 2019 sale con la reportera Lauren Sánchez, ocupa el tercer lugar de los más ricos, según ‘Forbes’.
Elon Musk y Justine Wilson
Elon Musk (53), el segundo hombre más rico del mundo, según la última actualización de ‘Forbes’, y el CEO de Tesla, fundador de Space X y dueño de X, entre otras empresas, tuvo que pagarle a su primera esposa, Justine Wilson (51), 18,5 millones tras su divorcio. Se habían conocido cuando estudiaban en la Universidad de Queen y se casaron en el 2000. Vivieron ocho años de «tormentosa relación», en boca de ella. Tuvieron seis hijos: Nevada (que falleció de muerte súbita a las 10 semanas) los gemelos Griffin y Xavier y los trillizos Damian, Saxon y Kai.
Después, Musk se casó dos veces seguidas con la actriz Talulah Riley, entre 2010 y 2016; y posteriormente, ha salido con la actriz Amber Heard; la cantante canadiense Grimes, con la que tuvo a su hijo X Æ A-12 (ahora X Æ A-XII), en mayo de 2020, y la niña Exa Dark Sideræl, en 2021.
Rupert Murdoch y Anna Torv
El magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch (93), dueño del canal Fox News, 20th Century Fox y ‘‘The Sun’, se separó de su segunda esposa, Anna Maria Torv (80), en 1999, después de 32 años de matrimonio. El australiano tuvo que pagar a la madre de sus tres hijos unos 1.400 millones de euros, la mitad de su fortuna. Poco después se casó con su tercera esposa, Wendi Deng, pero para entonces, ya había aprendido la lección, y firmaron un acuerdo prenupcial.
Así, cuando también se divorciaron tras 14 años solo tuvo que pagar un par de millones. Sus fracasos no le impidieron casarse luego con la modelo Jerry Hall, ex de Mick Jacgger; y el pasado mes de junio, lo ha vuelto a hacer, por quinta vez, con la bióloga molecular Elena Zhukova(67).
Bernie Ecclestone y Slavica Radic
En este club de millonetis divorciados varias veces también está el que fue el presidente de Fórmula 1 Bernie Ecclestone (93). En el 2008, se separaba, después de 24 años de matrimonio, de su segunda mujer, Slavica Radic (66), una exmodelo croata 28 años más joven que él y con quien tuvo dos hijas, Petra y Tamara. «He pagado 670 millones de euros a mi ex mujer», declaró el magnate de las carreras.
Lo más curioso del caso es que en realidad fue él el que recibió la cantidad restante de su propia fortuna, 1.100 millones de euros, de parte de ella. ¿El motivo? Que Slavica era la beneficiaria del fondo fiduciario, domiciliado en un paraíso fiscal, que guardaba el dinero de su exmarido.
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