El deporte es maravilloso por cosas como la que ha vivido España este viernes en París 2024. Tras perder el bronce en fútbol femenino con un penalti fallado en el 97′, la semifinal de balonmano con cuatro tiros a bocajarro marrados ante Wolff, el bronce el piragüismo por cuatro centésimas y los errores del ya excampeón olímpico Alberto Ginés en escalada, la delegación española ha ganado tantos oros en una hora como en todos los Juegos.
De forma paralela al oro del fútbol masculino (3-5 ante Francia en la prórroga), Jordan Díaz ha confirmado su papel de favorito con una victoria en triple salto que lo encumbra como el sexto campeón olímpico de la historia del atletismo español y el tercero en la pista.
Antes lo habían conseguido Fermín Cacho en 1.500 en Barcelona’92 y Ruth Beitia en altura en Río 2016, además del de Dani Plaza en 20 km marcha en Barcelona’92 y al del pasado miércoles de Álvaro Martín y de María Pérez en el relevo mixto de marcha en París.
Tras una larga espera de tres años desde que decidió no competir más por su Cuba natal para afincarse en España e integrarse en el exitoso grupo que tiene Iván Pedroso en Guadalajara y en el que también militan la venezolana Yulimar Rojas y la gallega Ana Peleteiro, los dos últimos meses han valido todos sus sacrificios.
El habanero debutó a lo grande como español en el Europeo de Roma con un histórico oro gracias al tercer mejor brinco de la historia en triple salto (18,18) y este viernes se ha encumbrado definitivamente como el nuevo campeón olímpico de triple salto en una durísima final.
Con permiso de Zango (Burkina Faso), los tres grandes rivales del hispanocubano también nacieron en la isla caribeña, aunque tan solo Lázaro Martínez la representa. Su ‘enemigo’ Pedro Pablo Pichardo compite por Portugal y Andy Díaz debutaba en estos Juegos como italiano.
El atleta del FC Barcelona abrió el concurso con 17,86 y en los dos siguientes saltos se fue a 17,64 y a 17,85 para liderar la prueba antes de la mejora con dos centímetros más que Pichardo y 23 más que Andy Díaz con Zhango. Nada cambió en las dos siguientes, con el español saltando 17,84 en su cuarto intento y quizá elevándose demasiado en el primero, lo que le hacía perder velocidad. Mientras, Pichardo añadió sal y pimienta renunciando a su quinto intento.
A una ronda del oro. A un salto del sueño por el que dejó la isla y a su familia. A un salto de un oro por el que lo ha sacrificado todo. El lusocubano lo fio todo al último salto y se quedó en 17,81. Jordan Díaz lo había conseguido. ¡Campeón olímpico!