El Girona sufrió la segunda goleada de la pretemporada frente al Newcastle, a seis días de iniciar el campeonato liguero en el Benito Villamarín. Al cuarto de hora, los de Míchel vieron el luminoso con un 0-3 en contra que dejó dudas a más de uno en una pretemporada bastante atípica en cuanto a resultados.
Aunque las notas deban ponerse durante y al final de la temporada, los ‘gironins’ no mostraron lucidez en buena parte del primer tiempo, viéndose sometidos a un rival con las ideas muy claras, gustándose sobre el terreno de juego. A los catalanes no les salió nada y el único disparo de Yangel Herrera en los primeros 45 minutos hizo saltar alguna alarma al aficionado gerundense.
La falta de conectividad visitante fue el antítesis de las urracas, que mostraron una mejor versión, tanto físicamente como con el balón. La prueba de ello fue la combinación inicial de los ingleses en el área de Gazzaniga, que acabó con el primer tanto de Longstaff. No fue una anécdota, pues volvió a repetirse la tendencia en los contraataques que culminaron Murphy, con otra combinación gustosa en la caja, y Gordon aprovechando el error en salida (12’ y 15’).
No se relajaron los que jugaron frente a su afición. Isak mostró su calidad en el área chica, deshaciéndose de dos piezas ‘blanc-i-vermelles’ hasta que Francés cometió penalti claro sobre el ex de la Real Sociedad. La suerte no quiso cebarse con los de Míchel y en esas quiso ayudar Gazzaniga, quien adivinó el lanzamiento. El arquero argentino salvó en más de una ocasión a los suyos con buenas paradas, aún así no pudo evitar la cuarta celebración del Newcastle, que pareció llegar antes a buena parte de las acciones, dando entrada al doblete de Longstaff (38’).
Los catalanes mejoraron sus prestaciones defensivas en el segundo tiempo. Fuera por relajación local o correcciones visitantes, los hombres de Eddie Howe llegaron con menos frecuencia a zona atacante, pero manteniendo las malas intenciones.
Con la posesión algo más repartida, los ‘gironins’ supieron tocar más el campo rival, aunque la claridad en los últimos metros continuó sin aparecer. La más clara en clave visitante hasta la hora de choque fue por parte de la testa de Oriol Romeu, debutante por segunda vez como jugador del Girona. También debutaron, desde el banquillo Òscar Ureña y Jhon Solís, recuperado de su larga lesión.
Los últimos minutos de juego dieron paso a un correcalles sin piedad que bien pudo dejar algún gol más, indistintamente hacia cualquier lado. La entrada de Almena revolucionó las ocasiones visitantes, dando paso a acciones de Portu y Misehouy, faltos de fortuna.
Con los 90 consumidos, el Girona selló su penúltimo encuentro de pretemporada antes de su última cita, en menos de 24 horas, frente al Bournemouth antes de adentrarse en LaLiga.