Sergio Camello ni siquiera debería haber estado ahí. No, el héroe de la España campeona olímpica, el autor de los dos goles en la prórroga contra Francia en el Parque de los Príncipes de París para sellar ese 3-5, ni siquiera debería haber estado ahí. Llegados un momento de la concentración olímpica, todavía en Las Rozas, el seleccionador Santi Denia se vio obligado a asignar a cuatro de sus 22 jugadores la etiqueta de «reserva». Y, en efecto, Camello fue a uno de los que le tocó el desagradable trago.

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