Lo que comúnmente llamamos «tics» o manías son, a menudo, trastornos obsesivos compulsivos en toda regla, los famosos TOC. Afectan a todo tipo de personas con independencia de su condición o edad, ya que los niños son muy proclives a sufrirlos también. Los famosos no escapan a estos trastornos que afectan al mismísimo actor Leonardo DiCaprio, que lo sufrió TOC de niño y que sufre ya de mayor con episodios intermitentes.
Cuando ya parecía superado, el actor volvió a tener síntomas durante los rodajes de algunas de sus películas. Al parecer, llegaba tarde siempre a sus citas cinematográficas porque algo le empujaba a ir caminando pisando todas las manchas de las aceras, en concreto, de los chicles. Además, tenía que pasar varias veces por la misma puerta como parte de su ritual antes de entrar al rodaje. No podía evitarlo.
Su relación laboral con España
El interés inversor de Leonardo DiCaprio en empresas que incidan de algún modo en combatir el cambio climático salpica, por primera vez, a España. El actor se acaba de convertir en socio capitalista de SolarMente, una plataforma cuya propuesta se basa en la «suscripción» a las placas solares para que el desembolso necesario para adoptar este sistema energético no sea una barrera para las familias. Esta empresa con sede en Barcelona, que cerró el año pasado un acuerdo con GNE Finance para instalar 10.000 conjuntos de placas solares en España, prevé que esta asociación con tintes ‘hollywoodienses’ sea la primera operación de una nueva ronda de financiación y que le abra cuantas más puertas mejor.
La ‘startup’ no especifica cuánto ha invertido DiCaprio en ellos, ni qué proporción de la empresa se queda a cambio, solo que lo consideran un gran logro, teniendo en cuenta que su objetivo era encontrar «un embajador con una red muy potente y que estuviera alineado con el espíritu de la empresa», cuenta el cofundador y consejero delegado de SolarMente, Wouter Draijer, quien confiesa que sencillamente escribió un correo electrónico al equipo de inversores en torno al actor y que estuvo, después, 4 meses negociando con ellos. «Somos parte de YCombinator -confiesa el emprendedor-. Es una aceleradora muy respetada y que te ayuda a tener contacto con casi cualquier fundador del negocio tecnológico».