Lo llevan en la sangre, y «lo maman» desde bien pequeños. Una treintena de niños de Valdesoto serán los protagonistas de nuevo, con su propia creación, el próximo lunes día 12 en el desfile de carrozas de la localidad de Siero, declarado de Interés Turístico Regional. La están haciendo a mano, con mimo, la ayuda de sus padres y mucho secreto. Porque «aquí no se puede desvelar nada hasta el día de la fiesta», explican.
Arriba, por la izquierda, Elena Vallina, Lola Preiti, Emma Neila, Abril Soto, Ava Paraja y Lola Nuño, con sus creaciones. Abajo, varias madres, en plena tarea. | L. P.
Los pequeños formaron parte el año pasado de un taller de la mano de veteranos de varias peñas para aprender los rudimentos básicos de elaboración de los artefactos, y ya desfilaron con una creación salida de su imaginación. Pero este año van a por todas, más y mejor, con un trabajo que llevan desarrollando desde el pasado mes de julio y que estos días va a toda máquina. «Muchos ya participaron en la pasada edición, y este año quisieron repetir, fueron ellos mismos los que lo demandaron, así que aquí estamos de nuevo», señala Lorena García, una de las madres impulsoras de la actividad.

Valdesoto hace cantera: los niños ultiman su carroza para el gran desfile del lunes
Dicho y hecho, los chiquillos, de entre 3 y 13 años, dispuestos a mantener la tradición de sus mayores y hacer cantera para el futuro llevan ya varias semanas trabajando a tope. Han asistido a un taller de yeso para dar forma a su carroza, de la que sólo se sabe que lleva una barca y un faro. El resto es incógnita absoluta guardada con celo, y que se desvelará con la pequeña obra teatral que representarán a bordo de la carroza.
«Están muy ilusionados y les encanta participar, los niños son geniales en ese sentido, son muy flexibles y hacemos incorporaciones y modificaciones casi a diario para dar cabida a todos y que todo quede lo mejor posible», indica Juan Pablo Preiti, otro de los papás ayudantes, fundador del grupo artístico «Pompas y Pompones» y encargado en este caso de dirigir los ensayos.
Ellos, por su parte están encantados, y no faltan nunca a los ensayos, los martes y los jueves por la tarde en el centro polivalente de la localidad. «Es muy divertido, trabajar trabajamos bastante pero merece la pena», asegura Elena Vallina, quien participa por segunda vez. «Mola mucho, estamos todo el verano y hacemos pandilla, nos conocemos todos del cole pero lo mejor es que nos vemos todas las vacaciones y nos divertimos juntos», asevera la joven. Como ella, Ana Soto afirma con vehemencia que le gusta «todo, todo, todo», pero especialmente actuar.
En la primera carroza «fue un poco más difícil, pero ahora ya estamos acostumbrados», explica Jaime Díaz. Harán cuatro representaciones durante el recorrido, como hacen las peñas de los mayores, y «hay nervios, pero después de la primera, todo va mejor», afirman los pequeños. Los ensayos, en el campo de la iglesia de Valdesoto, dan buena fe de que están más que preparados, con coreografías musicales y un texto elaborado entre todos, con un argumento elegido por unanimidad que servirá para dar lecciones a más de uno.
Los padres, por su parte, viven con ilusión estos días. Y con mucho trajín: tráeme una escalera, necesito unas pinturas, vamos a rematar el yeso. Las tareas son múltiples, pero las asumen con entusiasmo «porque los vemos a ellos con ganas y eso es lo mejor, garantizar que el desfile tiene futuro», indica Lorena García, madre de una de las participantes.
Carina Torre, progenitora de dos artistas en ciernes, valora sobre todo el hecho de que «todo se hace en comunidad». Los niños han elegido lo que querían hacer «y son muy autónomos, están aprendiendo a valorar y respetar las opiniones de todos, a trabajar juntos y a hacer grupo». Y a ello se suma que la carroza se está elaborando con materiales reciclados: partes de otros artilugios cedidas por las peñas de Valdesoto y elementos que ellos mismos han ido recuperando para darles nueva vida. «Así aprenden que no es necesario comprar todo, que las cosas tienen muchas vidas si le echas imaginación», sentencia Torre.
Y así, entre risas, canciones y textos memorizados, con un poco de sudor y mucha alegría, entre todos rematan ya la que será de lejos la carroza más aplaudida del próximo desfile. Porque en Valdesoto hay cantera, y lo hace de lujo.