La pieza teatral ‘Federico. No hay olvido, ni sueño: carne viva’, de la creadora y actriz María San Miguel y su compañía Proyecto 43-2, se representará en el Barranco de Víznar, en el área metropolitana de Granada, el próximo sábado 17 de agosto a las 21,30 horas, coincidiendo con el 88 aniversario del asesinato del poeta y dramaturgo de Fuente Vaqueros.

Será dentro de la programación de la XL Semana Cultural viznera tras estrenarse con gran éxito el pasado 1 de junio en la Casa Museo Federico García Lorca de Valderrubio, también en el cinturón granadino, según han informado desde la compañía en una nota de prensa en la que han señalado que San Miguel trabajó para la elaboración de esta pieza con el equipo científico de la Universidad de Granada que trabaja en la recuperación de restos de represaliados del franquismo en las fosas de Víznar.

La representación será de acceso gratuito. El Barranco de Víznar es un Lugar de Memoria que se convirtió en la tumba de decenas de hombres y mujeres durante los primeros meses del golpe de Estado del 18 de julio de 1936, han indicado desde Proyecto 43-2.

‘Federico. No hay olvido, ni sueño’ nace a partir de la figura del poeta de Fuente Vaqueros y viaja, «a través del objeto documental, por la relación entre el pasado reciente y el presente» de España, siendo un proyecto que «está atravesado por la memoria, la ruptura del silencio, el relato oral, el pasado y el presente del mundo rural y la violencia, temas que atraviesan la trayectoria de la compañía».

Además tendrá su versión sonora en formato podcast gracias a la obtención de una de las ayudas públicas para la promoción del sector del videojuego, del podcast y de otras formas de creación digital 2024, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Cultura.

El podcast contará con cinco capítulos, se estrenará en otoño y será dirigido por la periodista Conchi Cejudo y María San Miguel. El proceso de investigación documental comenzó hace un año en Valderrubio con la colaboración de Pepito del Amor, una de las personas que ha mantenido viva la memoria del poeta en el pueblo que le vio crecer y que le inspiró en parte de su obra dramática.



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