Jordan Díaz efectuó su primer vuelo olímpico, un aperitivo de lo que espera que llegue el viernes, cuando disputará la final de triple salto en la que partirá como favorito rotundo a las medallas. El atleta de origen cubano, nacionalizado español en 2022, esperó casi tres años para debutar con su nuevo país. Tras ganar el oro europeo en Roma en junio, su futuro pasa por la enorme oportunidad que se le presenta en París. Ya está preparado para todo, también para el oro, aunque para ello deberá ganar a alguien tan bueno como él, Pedro Pichardo.
Jordan solo hizo un salto en la calificación. Pedían 17,10 para entrar en la final, más que asequible para su nivel. Inauguró el grupo saltando 17,24 y ya no necesitó saltar más. No lo hizo a tope, pero fue una maravilla técnica, con un último ’jump’ maravlloso, sin forzar. Lo hizo, además, sin ‘quemar’ el pasillo a toda velocidad, un factor que cambiará en la final, donde va a necesitar mucho más. Su enemigo Pichardo aún fue más lejos: 17,44, dejándose 22 centímetros en la tabla de batida. El duelo está servido.