Será el combate soñado por París, la madre de todas las batallas, el ‘main event’ del boxeo en estos Juegos Olímpicos, en un escenario tan carismático como la Philippe Chatrier, pista central de Roland Garros. Allí, en la casa de Rafa Nadal, Ayoub Ghadfa buscará el sábado (22.51 horas) el primer oro de la historia del boxeo español frente al uzbeko Bahodir Jalolov. El ‘monstruo’ definitivo, un titán de época, como rival del púgil marbellí, que ya tiene asegurada la plata en el peor de los escenarios.
Debía buscar esa final olímpica este miércoles, en el antepenúltimo combate de la noche, frente al francés Djamili-Dini Aboudou, quien por descontado gozaba del apoyo del público que rodeaba el ring. Y lo consiguió Ayoub por aplastamiento, sin darle la más mínima opción a un rival al que desquició y ganó por decisión unánime de los cinco jueces.
Dos platas del boxeo español
El púgil marbellí, que ya tenía asegurado el bronce, será el tercer boxeador en una final de la historia olímpica de España. Su reto ahora es dar el paso que no pudieron completar ni Faustino Reyes en Barcelona 1992 ni el hoy seleccionador Rafa Lozano en Sídney 2000, sus dos predecesores en una final olímpica, ambos premiados con una medalla de plata al perder el combate definitivo.
Durante toda la competición, Ghadfa ha hecho honor a su condición de vigente campeón de Europa, título conseguido este mismo año, y volvió a hacerlo este miércoles frente a Aboudou, un oponente más voluminoso y menos definido que él, también bastante más bajo, 17 centímetros.
El francés arrancó con su habitual estrategia de buscar el volumen de golpes por encima de la efectividad de los mismos. El riesgo para Ayoub, más certero y conservador, era caer en el juego del francés, algo que nunca sucedió. Los jueces, que se supieron abstraer de la presión ambiental a favor del púgil local, premiaron el boxeo del español, con cuatro jueces levantando su cartón.
Ayoub desaborla a Aboudou
La situación puso de los nervios a un Aboudou que fue enseguida consciente de que necesitaba hacer una ciaboga en sus planes para buscar una final que tenía cuesta arriba. Le puso más revoluciones y algo menos de cerebro al combate, sobreexcitado hasta el punto de caerse de nalgas al suelo. Su presión no surtía efecto ante un Ayoub cerebral y concentrado en ejecutar su plan.
Ganado también el segundo combate, esta vez por decisión unánime de los cinco jueces, Aboudou buscó en el tercer asalto un KO a la desesperada que nunca estuvo ni siquiera cerca de lograr. Ayoub solo tenía que controlar la situación y lo hizo con sobrada suficiencia.
Ante el campeón de todo
Superado la penúltima prueba olímpica, a Ayoub le quedará el más difícil todavía. Jalolov, doble campeón mundial en 2021 y 2023 y oro en Tokio, es su último obstáculo hacia la gloria eterna, hacia una posición nunca explorada por el boxeo español. La actuación del uzbeko en la semifinal disputada justo antes, ante el alemán Tiafack, fue en verdad impresionante.
Será además un duelo inédito, pues solo en una ocasión se cruzaron los caminos de Ayoub y Jalolov y el combate no llegó a disputarse. Fue en las semifinales del último Mundial, a las que el español tuvo que renunciar por lesión. Plata u oro, será la segunda medalla del boxeo español en estos Juegos, tras el bronce de Enmanuel Reyes Pla.